En Liniers, Vélez fue pura contundencia, le ganó 3-0 a Argentinos y lo sacó de la pelea por el campeonato. El equipo de La Volpe no jugó un gran partido, pero aprovechó sus oportunidades y su gente se fue ilusionada pensando en el próximo partido ante Boca. Con el empate, ambos quedaron con 23 puntos, a siete del único líder, Lanús.

Hasta el gol de Escudero, el trámite había sido parejo y el juego muy trabado. Con esquemas prácticamente calcados, tanto Gorosito como La Volpe optaron por poblar la mitad de la cancha y desde allí abastecer a su único hombre de ataque: Silva, en el local; Hauche, en el visitante.

Después del preciso zurdazo del mediocampista que se metió junto al palo izquierdo de Navarro, todo fue de Argentinos. Porque Vélez ya no se ocupó de ganar el medio, sino que se acomodó en el fondo bien cerca de Montoya y allí sufrió.

El equipo de Gorosito se soltó. Empezó a generar juego con Ortigoza y Peñalba y filtró varias veces la defensa de Vélez, que siempre salió hacia adelante para dejar a los delanteros rivales en posición adelantada, pero no siempre de forma coordinada. Entonces, ese recurso, que pareció ser el único, se tornó previsible e ingenuo; con un simple pase entre líneas los jugadores de Argentinos quedaban de cara al gol. Así casi se lo empata Carrera con un derechazo cruzado que se fue muy cerca o en un mano a mano en el que Montoya anticipó al uruguayo Pereira.

La segunda parte comenzó igual: con Argentinos buscando el empate y con Vélez saliendo en línea ante cada avance. Pero nuevamente el equipo de Gorosito falló en la puntada final. Pereira la armó toda bien, encaró en diagonal de izquierda al centro, pero definió mal ante Montoya.

Vélez no lo perdonó. Bustos –una de las figuras– robó la pelota en el medio, Escudero –el mejor de la cancha– comandó el ataque y dejó solo a Ríos, que definió bien, picando la pelota ante la salida de Navarro y puso el 2-0. Ahí el partido se rompió definitivamente. Argentinos empezó a ver lejana su chance de acercarse a Lanús y Vélez, cuando pudo, se animó a más. El uruguayo Silva puso el tercero y sentenció el partido.

El resultado fue exagerado, poco tuvo que ver con el juego. Pero premió al más práctico. Argentinos generó mucho, pero perdonó en la misma proporción. Vélez, en cambio, tuvo pocas pero fue contundente.