La presencia de Diego Maradona en Rusia despertó la atención de la mayoría de los medios de ese país y de tantos otros internacionales, que ayer acudieron al hotel donde se concentró el seleccionado argentino para acudir a una conferencia de prensa anunciada por la federación rusa pero que no había sido confirmada por la delegación argentina.

“Los miembros de la delegación están descansando en sus habitaciones”, fue la explicación de un responsable de prensa del equipo nacional. “La UFR anunció la conferencia sin consultarnos a nosotros”, agregó. Por su parte, la federación rusa calificó de “absolutamente incomprensible” el comportamiento del equipo visitante y aseguró que existía “un claro acuerdo” con Maradona para que recibiera a la prensa del país anfitrión.

Para colmo, los medios tampoco pudieron ver la práctica de la Selección Argentina en el estadio del Lokomotiv, porque el DT ordenó ayer que se realice a puertas cerradas. “Esta no es la Copa Mundial”, esgrimieron desde la delegación argentina, en relación con la obligatoriedad de permitir el acceso de la prensa a los entrenamientos.

También llamó la atención el hecho de que la delegación argentina tampoco realizara el paseo de rigor por la Plaza Roja, algo habitual para los equipos visitantes.

Por su parte, el entrenador del seleccionado ruso, el holandés Guus Hiddink, hizo todo lo contrario. No sólo recibió a la prensa, sino que además permitió que se observe la práctica vespertina durante los primeros quince minutos.

Hiddink adelantó que el estadio del Lokomotiv estará lleno de hinchas, lo que convertirá al partido amistoso “en una fiesta”. Las selecciones de Argentina y Rusia nunca se han enfrentado ni en partido oficial ni en amistoso desde la caída de la Unión Soviética en 1991.