El comportamiento de los jugadores argentinos del seleccionado Sub-20 volvió a dar que hablar. Como sucedió en el Mundial de Canadá 2007, algunos jugadores fueron denunciados por la policía de Colombia, país anfitrión, por haber causado daños en el vestuario del estadio Atanasio Girardot, de la ciudad de Medellín. Según el comandante de la Policía Metropolitana de esa ciudad, general Yesid Vázquez, los juveniles argentinos dañaron algunas puertas a patadas porque un sector del público respaldó a Egipto, el rival al que los argentinos vencieron por 2-1 por los octavos de final del Mundial. De hecho, cuando finalizó el encuentro, el público silbó al combinado argentino y provocó la reacción del arquero Esteban Andrada, quien se tomó los genitales frente a los espectadores desatando una catarata de insultos. “El partido transcurrió normalmente. Algunos aficionados los chiflaron y eso no les gustó a los jugadores. Algunos se bajaron los pantalones y otros se tomaban los genitales frente a la tribuna. Después ingresaron al vestuario y le dieron patadas a un closet y una puerta. Los daños no son muchos, pero esa no era la actitud”, destacó el oficial. El Sub-20 de Argentina jugó en Medellín los partidos de la fase de grupos y el de octavos de final y se dispone a viajar a Cartagena de Indias para disputar el próximo sábado ante Portugal un boleto a las semifinales.