Los primeros que ya pagan o pagarán el ajuste del fútbol son los socios e hinchas de a pie. Tener un carné para acceder a la cancha o comer un asado en el quincho ya sufrió un incremento. A mediados del 2011 hubo clubes que subieron el precio de su cuota social. River, después del descenso a la B Nacional, la llevó hasta 95 pesos mensuales para la categoría activo simple y 130 para el activo pleno. Racing aprobó que llegara a los 80 pesos y en orden decreciente, Boca 78 (es el único caso conocido en que está suspendido el ingreso), Independiente y San Lorenzo 70 y Vélez 65, entre otros.

Las entradas populares, que hasta el último torneo Apertura valían 40 pesos en la mayoría de los partidos, ahora costarán 50. Un 25 por ciento de aumento deberán oblar los hinchas para ver a su equipo favorito. Ese es el precio que se determinó en Ezeiza, el cónclave del ajuste donde los dirigentes se comprometieron a cumplir con los preceptos del nuevo orden que ellos mismos votaron, aunque informalmente. No fue una reunión ordinaria de Comité Ejecutivo y ni siquiera estuvo Julio Grondona.