- “Hay que tomar decisiones más drásticas, como suspender el fútbol. No sé si sería la solución pero es un primer paso para poner un freno. No fue un hecho aislado. En algún momento el tema de la violencia iba a explotar. Hay que terminar con esto, porque después de un tiempo nadie se acuerda de los hinchas que amenazan. Los jugadores tienen familia y se sienten muy desprotegidos. No creo que haya que volver a jugar el partido, pero, repito, es necesario empezar a tomar medidas más drásticas” (Ramón Cabrero, entrenador de Lanús).

- “No me gustaría llegar a la suspensión. Es necesario tomar medidas pero no hay que parar así porque sí. Me parece que no hay que tomar una medida así si uno no está seguro que puede ser parte de una solución. No creo que el partido se tenga que volver a jugar. Si hubo amenazas, tiene que haber responsables. Estoy en contra de la violencia y de cualquier cosa que perjudique al fútbol” (Hugo Tocalli, entrenador de la Selección Argentina Sub-17 y Sub-20).

- “Estas cosas son lamentables. Es un laburo como todos y a veces resultan complicados estos temas. Uno sale de un entrenamiento y no hay seguridad. Cuando estuve en Gimnasia nunca pasó nada grave. Los hinchas presionan y esa presión se siente mucho. No creo que la solución sea suspender el fútbol, pero es evidente que a los responsables del fútbol esta situación se les fue de las manos. Si no pueden parar a los vándalos nunca van a poder garantizar la seguridad. Y si es necesario que haya un paro, lo voy a apoyar, pero que sea un paro de verdad. Yo nunca recibí amenazas en mi carrera. Los presidentes saben quiénes son los barrabravas y no los agarran porque no quieren. Le veo poca solución a todo esto si no hay una ley dura” (Jorge Cervera, jugador de Belgrano y ex jugador de Gimnasia).

- “Es importante tomar medidas para encontrar una solución al problema de la violencia. Quizá parar un poco con el fútbol pueda servir de algo. Pero es importante destacar que no es la primera vez que pasan estas cosas. Hay que ver si las amenazas fueron ciertas, pero también no hay que dejar pasar que es muy difícil salir a la cancha rodeado de este tipo de situaciones. Nunca me tocó vivir una situación así pero sin duda que uno se siente muy desprotegido con estas cosas” (Cristian Lucchetti, arquero de Banfield).

- “Algo tendría que pasar con todo esto. Un cambio en la AFA, parar el fútbol o quizá darse una intervención del Estado. Pero no es un tema fácil. Este es también un problema cultural. Lo que sucedió entre Gimnasia y Boca ha sucedido en otros torneos, quizá con diferentes nombres, aunque ahora todo esto se agrava por las amenazas de los barrabravas a los jugadores. Quizá se deba trabajar en lo que hacen los jugadores bajo estas circunstancias, pero no sé si el problema tiene solución. En realidad, no sé si lo mejor es parar el fútbol, pero creo que debería tomarse con seriedad el tema de las amenazas. Tendría que actuar la Justicia y aplicar todo el peso de la ley. Después, en lo que es la cuestión digamos interna del fútbol, donde todos parecen ser cómplices, me parece más complicado. Por eso pienso que habría que concentrarse en las cosas sobre las que sí se puede trabajar. Con el derecho de admisión no se acaba el asunto” (Alejandro Fabbri, periodista).

- “El tema de la violencia, creo yo, se origina en la sociedad y después se traslada al fútbol. Para combatirla hay que aplicar la Justicia a fondo. Quizá sea un problema la lentitud con la que puede actuar la Justicia, y eso hace que parezca que no es efectiva. De lo que pasó con el partido Gimnasia-Boca, digo que eso va a morir cuando muera el fútbol. Otra cosa es qué hacer frente a una amenaza semejante, creo que va en cada uno lo que puede hacer bajo esas circunstancias. Pero sí se debería actuar sobre lo de las amenazas. Con parar el fútbol no se arregla nada” (Juan Bava, ex árbitro).

- “Si fue un hecho de amenaza espero que los jugadores digan lo que pasó. Creo que sería saludable para el fútbol. En estos casos lo que debería haber hecho el plantel de Gimnasia es no jugar el encuentro. Como grupo humano debieron decir ‘tenemos un límite y es éste’. Si estos casos se denuncian, vamos a dar un paso importante. Si lo dejan pasar, vamos a tener más problemas como éstos. Vamos a dejar que investigue el fiscal, que es un buen fiscal. Lo que se percibe es que se va a llegar hasta el fondo. Si se corroboran las amenazas, la Justicia actuará. Tenemos que cortar la sensación de impunidad. La efectividad del derecho de admisión es muy válida. Es una herramienta más, sólo con el derecho no vamos a solucionar este problema, pero tenemos que seguir avanzando” (Gustavo Lugones, abogado del Coprosede).

- “Estamos pasando momentos difíciles y esto no le hace bien al fútbol. Se viene destapando la olla de años anteriores, pero en esos casos no se suspendió el campeonato. En el partido del miércoles yo vi a un Gimnasia muy caído, pero uno no sabía sobre las supuestas amenazas que recibieron los jugadores. Si eso es real, es grave, y hay que ponerse en la piel de los futbolistas. De todas maneras, no creo que sea la solución parar el juego. También se habla mucho de la incentivación al final de los campeonatos, y siempre se dejó pasar todo. Particularmente, no estoy de acuerdo con la suspensión, es un parche más. Ahora, si me dicen que suspendiendo se arregla todo, bienvenido sea. O lo matamos de raíz o seguimos con la hipocresía” (Francisco Ferraro, director técnico).

- “Acá hay que tomar resoluciones desde arriba. Es en todo el país que están sucediendo cosas raras. El fútbol no está al margen de todo. Lo que pasó en el partido del miércoles lo saben los jugadores. Me parece que fue raro el penal que le dieron a Boca, y a partir de ahí es un conjunto de errores por todos lados. No sé si es la solución parar el torneo. Y en relación con los barrabravas, creo que los dirigentes se sienten desbordados, tienen miedo de no dejarlos entrar a las canchas porque pueden ser agredidos. Esa es una decisión de gobierno no dejar entrar a esos tipos” (Omar Larrosa, director técnico).

Producción: A. De Benedictis, F. Martínez y H. Matz.