Los precios del petróleo volvieron a bajar ayer luego del anuncio de una contracción del PIB de Estados Unidos, que reavivó los temores sobre la demanda, y de una recuperación del dólar. En Nueva York el barril del crudo WTI para entrega en diciembre cerró a 65,9 dólares, 1,5 por ciento menos que el miércoles, mientras que en Londres el Brent bajó 1,8 y terminó a 63,7 dólares. Además en el mercado esperan con expectativa la decisión de la OPEP que podría decidir un recorte en la producción.

Venezuela, uno de los países miembros del cartel, estimó ayer que hace falta recortar en un millón de barriles la oferta de petróleo. “Estimamos que habría que hacer un recorte adicional de un millón de barriles como mínimo, en diciembre o antes. El secretario general de la OPEP dijo que si hacía falta una reunión adicional antes de diciembre la haríamos y estamos listos para eso”, declaró a la prensa el ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez. La caída del petróleo, mientras tanto, parece no afectar a las petroleras que siguen vendiendo la nafta cara y registrando ganancias record. British Petroleum anunció ayer en Londres que en el tercer trimestre su beneficio neto aumentó 83 por ciento, mientras que las ganancias de Shell treparon 22 por ciento.