El Banco Central mantiene anclada la cotización del dólar, luego de lograr sortear la tormenta financiera internacional. La intervención diaria del organismo permitió suavizar las oscilaciones que se produjeron con las monedas de la región y evitar corridas contra el peso. Luego planchó la divisa para despejar los fantasmas de una megadevaluación para después de las elecciones legislativas del 28 de junio. No obstante, fue el pago del cupón del Boden 2012 el que trajo tranquilidad a la plaza cambiaria. Ahora la divisa lleva varias semanas sin movimientos perceptibles y al público se mantiene en 3,86 pesos. La mejora en el precio de los bonos permitieron en parte esa política y un reacomodamiento a la baja para las tasas de interés.

“En algún momento éramos los únicos que defendíamos la flotación administrada”, dijo una alta fuente del Central a Página/12. Esa política se mantuvo incluso cuando los países de la región llevaron adelante fuertes devaluaciones para contener la fuga de capitales. “Ahora, la abrupta devaluación de otras monedas da cuenta de que la evaluación que hizo el Central fue la correcta”, aseguró la fuente. A partir de esas medidas, la demanda minorista también logró frenarse, sobre todo después de los comicios legislativos.

También favoreció esa tendencia la mejora en los precios internacionales de los commodities. Los exportadores de cereales y oleaginosos intensificaron el ingreso de dólares al mercado, permitiendo al Central recuperar parte del stock de reservas internacionales que se utilizó para pagar el cupón del Boden 2012. Con las últimas compras del Banco Central las reservas internacionales suman 45.068 millones de dólares.

Los informes cambiarios de los bancos de la city porteña prevén que continúe sin variaciones significativas el tipo de cambio. Para el mayorista, el dólar evidenció ayer una mínima corrección hacia arriba, de 0,15 por ciento, que lo dejó al cierre de los negocios en 3,8506 pesos. En las agencias y casas de cambio del microcentro el billete continuó en los 3,86 pesos, e incluso algunas pizarras lo ofrecían al público medio centavo abajo.

La tranquilidad del dólar permitió mejorar la demanda de dinero y reducir el nivel de tasas. Durante el primer semestre –y mes a mes– se fue viendo una reducción en las tasas de interés. La tasa promedio cobrada por las entidades financieras por adelantos en cuenta corriente se ubicó en 15,9 por ciento, según el Boletín Estadístico que difundió el Central.

La baja en las tasas también se reflejó en los contratos a futuro. Para vencimientos a fin de mes se convalidó una baja de 0,05 por ciento a 3,86 pesos, mientras que para octubre próximo las coberturas se resolvieron a 3,90 pesos, con un retroceso de 0,1 por ciento.