El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, está elaborando una nueva Ley de Riesgos de Trabajo junto con representantes sindicales y empleadores. En el encuentro de ayer, el tercero desde que se reactivó seriamente el objetivo de modificar la neoliberal legislación actual, se lograron algunos acuerdos. La idea de la cartera laboral es avanzar por decreto en algunos puntos donde exista consenso. Algunas diferencias, al parecer, resultan infranqueables para avanzar en una reforma integral de la ley. Desde la cartera laboral señalan que “se coincidió en la idea de un texto único”, pero la discusión está empantanada en el monto de las indemnizaciones.

La necesidad de reformar la actual Ley de Riesgos de Trabajo, heredada de las reformas flexibilizadoras de los noventa, se instaló a partir de 2004 con un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces, las partes no logran ponerse de acuerdo. Hace algunas semanas el Gobierno presentó una serie de proyectos para avanzar sobre algunos aspectos puntuales como el monto de las indemnizaciones y el listado de enfermedades.

En la reunión de ayer participaron miembros de la dirigencia patronal y de la CGT. Según apuntaron desde el ministerio, “hubo buena predisposición de las partes”. Desde la confederal sindical explicaron que se avanzó sobre cuestiones como el registro de prestadores, pero advierten que la negociación sigue trabada “en los montos indemnizatorios y el listado de enfermedades” que deben considerarse de origen laboral.