Pese a algunos tropiezos, la Asociación de Empresarios Argentinos y la Sociedad Rural insistirán mañana en presentar un frente empresario unido en contra del Gobierno. El documento que impulsan, que llevaría la firma de AEA, la Mesa de Enlace y la Unión Industrial, está encontrando algunas resistencias en estos dos últimos conglomerados. Ni Héctor Méndez, titular de la UIA, ni Hugo Biolcati, presidente de Sociedad Rural y principal instigador del documento cuestionador a la política oficial, logran alinear monolíticamente a los tropas que representan. Los reparos en la UIA provienen de sectores pymes e industriales con actividad muy ligada al mercado interno. En la Mesa de Enlace, Biolcati recibió condicionamientos al borrador del documento de parte de Federación Agraria, pero también hubo alguna muestra de disgusto del lado de Confederaciones Rurales.

Ni los propios convidados tienen en claro la intención final del documento, aunque abundan las sospechas. La idea de su elaboración, pergeñada por Biolcati y “una mesa chica” de dirigentes de AEA, es presentar un bloque de confrontación con el Gobierno para obligarlo a abrir un ámbito de negociación con la oposición, enmascarado en un llamado a la cordura y el diálogo. Biolcati, a su vez, mencionó ayer los dos ejes que, a su criterio, constituyen “las principales preocupaciones” del empresariado: la inflación y la seguridad jurídica.

“La inflación preocupa muchísimo, por las consecuencias no sólo económicas sino también sociales que tiene”, indicó Biolcati por Radio Mitre. Señaló que esta coincidencia en el sector privado surgió de “charlas informales” entre dirigentes durante la reciente realización de Expoagro en Baradero, la muestra agropecuaria que organizan los diarios Clarín y La Nación. Biolcati se refirió a una segunda inquietud compartida, la seguridad jurídica, apuntando que realimenta la primera: “la falta de previsibilidad impide todo tipo de inversión y producción: esto conduce a la inflación”, elucubró. Por ello, ratificó que las tres agrupaciones empresarias “hemos hablado de plasmar en un comunicado las inquietudes comunes que tenemos”.

Sin embargo, este diálogo entre representantes de AEA, UIA y Mesa de Enlace no ha logrado horizontalizarse para encontrar un consenso más amplio. Al menos, es lo que revelan algunas voces críticas que se han manifestado desde la central fabril y el bloque agropecuario. Sectores de pymes y de la industria liviana, fundamentalmente aquella más ligada al consumo masivo, han advertido su discrepancia con las prioridades y el enfoque de las cúpulas dirigentes. “No somos formadores de precios, como los grupos más concentrados, y cuando nos relacionamos con esos grupos como proveedores o como clientes de los insumos que producen, el mayor riesgo a nuestra seguridad jurídica son las condiciones monopólicas que ellos mismos nos imponen”, se quejó ante este diario un dirigente pyme, que pidió reserva de su nombre hasta que la cuestión se debata en las organizaciones del sector.

En Federación Agraria no hay acuerdo pleno en acompañar con su firma, como pata de la Mesa de Enlace, un documento en los términos propuestos. Han manifestado como condición que se incluya una expresión en favor de la segmentación de las políticas públicas y un apoyo a las pymes, como forma de dejar a salvo su concepción de defensa del rol distribuidor del Estado. Desde sectores cercanos a CRA, directamente aseguran que su titular, Mario Llambías, ha mantenido distancia de las gestiones de Biolcati con AEA, a las que además mira con desconfianza.