“El Banco Central no presenta ningún tipo de restricción para aquellas provincias que tengan que acceder a la compra de dólares porque han emitido bonos con ley extranjera”, afirmó ayer el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El funcionario diferenció la situación de Chaco –que debió pesificar sus vencimientos en bonos domésticos en dólares– del resto de la deuda pública y privada en el exterior, que se continuará pagando en moneda extranjera. Sus declaraciones surgen en medio de un mercado convulsionado por las especulaciones del establishment financiero en torno de una pesificación de toda deuda pública o privada y de las definiciones –de anteayer– del vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, quien dejó entrever que Buenos Aires podría seguir el mismo camino de Chaco. Randazzo dejó en claro que no existen problemas para acceder al mercado cambiario para cumplir con obligaciones de deuda externa, despejando los rumores, en particular sobre la deuda del Estado nacional, la cual se abona con reservas del BCRA. Por su parte, Mariotto aclaró que “de ninguna manera abren (en la provincia) la puerta para ninguna pesificación”.

La Caja de Valores finalizó el traspaso de los fondos de la provincia de Chaco por el pago de la amortización de los Bonos de Saneamiento Garantizado, Series I y II, por 263 mil dólares. El vencimiento era en moneda estadounidense, pero la provincia de Jorge Capitanich debió pesificarla ante la imposibilidad de acceder, por las condiciones de la emisión, al mercado cambiario para obtener las divisas. El 1,2 millón de pesos, resultante de la conversión al tipo de cambio oficial, fue librado a los tenedores del bono luego de que la Comisión Nacional de Valores dispusiera el “pago inmediato”. La pesificación del bono chaqueño genera un precedente para casos similares, como los de la provincia de Tucumán y Formosa. La emisión de las tres provincias en moneda extranjera, pero con legislación y mercado local, asciende a 155 millones de dólares.

Capitanich reiteró que el pago de títulos de la deuda pública efectuado en pesos por la provincia “está regido por la normativa del Banco Central”, que especifica que los títulos emitidos bajo legislación nacional “se tienen que cancelar en pesos”. “Todas las provincias con títulos de deuda emitidos bajo legislación nacional tienen que pagar en pesos, a excepción que tengan atesorados los dólares”, agregó el gobernador. En Tucumán aseguraron que pagarán en dólares, debido a que la provincia cuenta con ahorros en esa moneda.

Las especulaciones llevaron a que los bonos provinciales sufrieran el mayor castigo de los inversores, aunque ayer lograron recuperar posiciones en un mercado con mayoría de signos positivos para la deuda pública. Entre los que salieron a poner paños fríos a la situación se destaca Randazzo, quien insistió en que la Nación honrará la deuda nominada en moneda extranjera como lo ha venido haciendo. “La Argentina tiene una política de desendeudamiento en los últimos diez años, que ha sido una de las fortalezas de este modelo económico”, destacó el ministro.

Otro funcionario que debió calmar los interrogantes que había generado fue el vicegobernador bonaerense. El martes había señalado que la pesificación de los bonos de Chaco le parecía bien y que la Legislatura bonaerense estaba a disposición del gobernador Daniel Scioli en caso de que decidiera hacer lo mismo con la deuda provincial. “Daniel lo tendrá que coordinar con su ministra de Economía. Es una decisión del gobernador, pero el antecedente de Chaco es muy importante. La Legislatura lo va a respaldar”, había señalado. Esto sumó confusión debido al hecho de que la deuda de la provincia en dólares tiene legislación extranjera y destinatarios también en el exterior, lo cual la habilita a acceder al mercado de cambios.

Ayer, Mariotto buscó aclarar el tema: “Cuando me preguntaron por la provincia de Buenos Aires, dije que es una decisión, una responsabilidad, que va a tomar el gobernador junto con su ministra de Economía, pero de ninguna manera se abre la puerta para ninguna pesificación”, aseguró. El vicegobernador sostuvo que “fue una respuesta de orden político, no técnica ni económica”. “No quise abrir ningún juicio de valor sobre la decisión que va a tomar el gobernador. Se hizo una especulación a partir de una pregunta, y esa especulación tirada de los pelos se convirtió en un título, que era el que quería lograr la prensa del sistema”, se defendió el funcionario.