En medio de una nueva embestida especulativa sobre la moneda, el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, negó diferencias con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Lo hizo a través de un comunicado difundido ayer, en el que adjudicó estas versiones a intereses “mediáticos y negociados financieros”. En las últimas horas se intensificaron en la city porteña los rumores de un cruce entre estos funcionarios en el diagnóstico de la economía. La reunión que mantuvo anteayer la Presidenta con ambos, además del administrador federal Ricardo Echegaray y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, permitió mostrar unidad y que las decisiones las toma la jefa de Estado, algo que también resalta el titular del Central en su comunicado. Pese a que ayer no hubo cambios en la cotización del dólar, donde el Central mantuvo anclado el precio en 8,075 pesos, las operaciones que se cursan en el paralelo se realizaron con un incremento de 20 centavos, a 11,90 pesos.

En la reunión con Cristina Fernández se compatibilizaron las visiones de los integrantes del equipo económico y se coincidió en que se está gestando una nueva minicorrida impulsada por banqueros y especuladores financieros. En ese encuentro la mandataria también desactivó cualquier interna que pueda surgir en el gabinete. Fábrega desmintió de manera “enfática” esos rumores. El documento del organismo señala que las supuestas diferencias entre las autoridades de Economía y el Central “no tienen nada que ver con la realidad”. “En rigor, el BCRA está actuando plenamente de acuerdo con sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional. La relación entre el BCRA y todo el equipo del Ministerio de Economía surge explícita y fluida en diversas disposiciones y medidas que solamente pueden lograrse con comportamientos articulados que se vienen ejecutando con naturalidad”, detalla el texto de la autoridad monetaria. “Además, si con esta aclaración no le bastara a alguien, cabe recordar que la política económica, como el resto de las políticas en este país, que son competencia del Poder Ejecutivo, las decide la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”, agrega.

En la arena cambiaria continuaron las especulaciones. La suba escalonada de la semana pasada, de apenas seis centavos tras casi dos meses de inmovilidad, alcanzó para que el establishment azuzara sobre un supuesto atraso cambiario. Estas alertas son utilizadas para justificar el incremento en los precios del dólar paralelo, que ayer superó durante el transcurso de la jornada los 12 pesos, aunque lejos aún de los 13,10 que alcanzó a fines de enero pasado. Finalmente, el escaso volumen de negocios en este mercado ilegal permitió que la venta de bonos por parte de organismos públicos arrastrara al blue a una baja. El contado con liquidación, que implica la compra de un bono o acción en pesos para su venta en dólares, con fines de fuga de divisas, fue utilizado por el Gobierno –de manera inversa– para reducir la cotización implícita en la operación. El precio del dólar con el contado con liqui se retrajo 1,4 por ciento, a 10,77 pesos. El valor es utilizado por las cuevas para establecer sus precios al público.

El Central intervino con un volumen de compras cercano a los 20 millones de dólares, pero las reservas retrocedieron 45 millones de dólares, a 28.348 millones, por el pago de compromisos. En la Bolsa porteña, el panel MerVal alcanzó un nuevo record nominal de 7261 puntos, luego de registrar una ganancia de 2,4 por ciento con un volumen de negocios de 200 millones de pesos. En este mercado, el acuerdo de cooperación energética entre Argentina y Estados Unidos (ver aparte) apuntaló los precios de las acciones vinculadas con la actividad, a lo que se sumaron versiones de un próximo aumento de tarifas para generadoras eléctricas. La mejora se focalizó en los papeles de Pampa Energía, con un alza de 9,7 por ciento, y Edenor, con el 2,6.