El saldo de la balanza comercial ascendió a 1379 millones de dólares en junio, al incrementarse 13,5 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, según lo informó ayer el Indec. En lo que va de 2014, el resultado del comercio arrojó un superávit de 3684 millones de dólares, al disminuir 28,4 por ciento interanual. Las exportaciones del mes pasado registraron una caída producto de la desaceleración de ventas del complejo cerealero, de las manufacturas industriales y de los combustibles. A su vez, las importaciones computaron una contracción debido al menor dinamismo de las compras de autos, de los componentes para los bienes de capital y del sector de energía. El superávit del intercambio comercial de junio adquiere relevancia si se tiene en cuenta que fue el primero del año en ubicarse por encima de los valores del 2013.

Las exportaciones del mes pasado ascendieron a 7387 millones de dólares, para retroceder 3 por ciento interanual, mientras que en lo que va del año acumularon 36.778 millones de dólares, con una merma del 10 por ciento. En el desagregado por rubros de junio, se registró que los productos primarios sumaron 1823 millones de dólares, al disminuir 14 por ciento; los productos manufactureros de origen agropecuario anotaron 3075 millones de dólares, con un incremento del 14 por ciento; los productos manufactureros de origen industrial, 2018 millones de dólares, con una merma del 12 por ciento, y los combustibles y energía, 471 millones, con una contracción del 1 por ciento.

Dentro de los productos de exportación que registraron flojo de-sempeño se destacaron los automóviles, lo que se explicó por la desaceleración de las ventas al mercado brasileño. Las terminales locales despacharon vehículos por 783 millones de dólares, con un retroceso del 28 por ciento interanual. La economía de Brasil, el principal comprador de autos nacionales, evidencia un fuerte proceso de estancamiento económico, por lo que sus proyecciones de crecimiento para 2014 retrocedieron desde 2,5 hasta 1,0 por ciento. El Gobierno firmó recientemente un acuerdo bilateral con su principal socio comercial, lo cual permitiría recomponer las exportaciones del sector en la segunda mitad del año. Además del material de transporte, los cultivos del complejo cerealero registraron una fuerte caída, al anotar exportaciones por 548 millones de dólares, con una disminución del 52 por ciento interanual.

A diferencia de este desempeño, las liquidaciones de semillas y frutos oleaginosos, donde se incluyen porotos de soja, ascendieron a 913 millones de dólares, cuando habían sido de 500 millones de dólares el año pasado. También se registró un fuerte crecimiento del sector de residuos y desperdicios de la industria alimentaria, la cual despachó 1689 millones de dólares, contra los 1234 millones de 2013.

En cuanto a las importaciones, se computaron 6008 millones de dólares en junio, con un retroceso del 6 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, al tiempo que acumularon en el primer semestre 33.094 millones de dólares, con una caída del 8 por ciento. En el detalle del Indec se precisó que el mes pasado los despachos de bienes de capital ascendieron a 1108 millones de dólares, al retroceder 24 por ciento; de bienes intermedios, a 1514 millones de dólares, al disminuir 1 por ciento; de combustibles y lubricantes, a 1528 millones; al bajar 2 por ciento; de piezas y accesorios para bienes de capital, a 983 millones, al contraerse 21 por ciento, y de vehículos automotores de pasajeros, a 336 millones, al contraerse 45 por ciento. A su vez, la compra de bienes de consumo sumó 519 millones de dólares, un valor casi idéntico al de 2013.

La evolución del intercambio comercial en lo que va del año requiere observar que el tipo de cambio computó un alza del 49,5 por ciento durante los últimos doce meses. Los beneficios de la competitividad cambiaria no generaron un aumento directo del volumen de exportaciones. Economistas heterodoxos indicaron que, a diferencia de los argumentos convencionales a favor de una devaluación para estimular el comercio, los despachos de Argentina no se relacionan con el valor del dólar, sino con el mayor o menor dinamismo de la economía mundial. Un informe de la Organización Mundial del Comercio refuerza esta posición. “La tasa de crecimiento del 4,7 por ciento del comercio de mercancías previsto para 2014 se sitúa por debajo del promedio del 5,3 registrado en los últimos veinte años (1993-2013) y por debajo del promedio del 6 alcanzado en los años anteriores a la crisis internacional (1990-2008)”, precisó.