Los acuerdos de cooperación recientemente firmados por Argentina con China pueden resultar una gran posibilidad de desarrollo y crecimiento para sectores estratégicos de la industria nacional, o bien una frustración y una oportunidad perdida, según cómo se implementen. Así lo expresan algunos de los representantes de los sectores fabricantes de bienes de capital e insumos básicos industriales que están a la expectativa de poder discutir sobre la participación de la industria nacional en las grandes obras a financiar por China. Uno de los más activos en este sentido es el de la industria electromecánica que, a través de la cámara que los agrupa, Caddiel, está apurando a la directiva de Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos) para que conforme las mesas de trabajo que le encomendó el Ministerio de Planificación “para garantizar la participación de la industria argentina” en los proyectos a financiar.

En un comunicado que ya cumplió más de una semana de emitido, Caddiel (industria electrónica, electromecánica y luminotécnica) “instó a que se integren lo más rápidamente posible las comisiones de trabajo en materia de energía para implementar el abastecimiento de productos y equipos fabricados en la Argentina”. El titular de la cámara, Jorge Cavanna, adelantó además que “propondrán que se conformen mesas de trabajo para gestionar y garantizar la participación de la industria argentina en el resto de los sectores comprendidos en los acuerdos, como ser ferroviario y de equipamiento médico”.

Hasta ahora, las gestiones y reclamos fueron formulados a través de Admira, pero habiendo pasado más de diez días de esos reclamos y sin respuestas, parte de la dirigencia de Caddiel impulsa que se genere un vínculo directo con el ministro para implementar dicha participación.

El tema presenta aristas delicadas. Desde este sector industrial, que abarca a unas tres mil pymes, algunas de ellas en capacidad de participar en el aprovisionamiento de transformadores eléctricos, materiales y componentes de torres de alta y media tensión, aisladores, interruptores y otros insumos y partes altamente especializados, se sostiene que se corre el riesgo de que, por no hacer la oferta o el pedido de participación a tiempo en las obras, buena parte de ese suministro quede en manos de empresas chinas.

A diferencia de la posición que expresa el sector dominante de la UIA, que se opone y rechaza el acuerdo con China, este grupo de empresarios nacionales apoya la apertura al gigante asiático pero reclama una gestión eficiente para asegurar la participación de la industria local. “Las industrias de nuestro sector están en condiciones de suministrar gran parte del equipamiento de las obras previstas; esto permitirá continuar con el crecimiento de nuestras fábricas que se fue consolidando con la aplicación del comercio exterior administrado”, explicó Cavanna para dejar en claro su posicionamiento.

La urgencia está justificada. El Acuerdo Marco del Mecanismo de Cooperación firmado el 4 de febrero entre el Export Import Bank of China y el Ministerio de Economía, identifica cuatro proyectos a financiar que se realizarán en este primer año del acuerdo (por un total de 1608 millones de dólares), y otros ocho durante el segundo y el tercero. Todavía no se ha discutido si la industria local participará, y cómo, en la provisión de equipamiento ni siquiera en los proyectos más inmediatos. En cambio, lo relativo a la obra civil, provista por grandes empresas, sí está garantizada por adjudicación (es el caso de Techint, que intervendrá en la hidroeléctrica El Tambolar, en San Juan). Ahí aparece otro perfil riesgoso: que por falta de atención al problema se vuelva a generar una situación en la que lo más provechoso del negocio quede en manos de pocos.