El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, recibió ayer a una delegación de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), encabezada por su presidente, Osvaldo Cornide, con quienes analizó diversos temas financieros que preocupan a pequeña y mediana empresa. Los empresarios de este segmento llevaron sus interrogantes respecto de la necesidad de medidas que tiendan a amortiguar el impacto de la política monetaria contractiva que está llevando el gobierno de Macri.

“La reunión fue muy constructiva. El presidente del Central dio respuestas a nuestros planteos y nos definió una agenda de trabajo para mejorar las condiciones de financiamiento a las pymes”, sostuvo Cornide. Sin medidas propias, el titular del Central informó que continuará la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP), que vence a fines de diciembre, manteniendo las condiciones actuales, pero segmentando los porcentajes que los bancos destinen a las microempresas, pequeñas y medianas empresas para evitar sesgos hacia las más grandes. “Sólo habrá algunas modificaciones de formato para mejorarla”, aclaró Sturzenegger.

Las pymes se quejaron por las tasas que cobran las entidades financieras por descuentos de cheques, que oscilan entre el 40 y el 70 por ciento anual. Sturzenegger señaló que las tasas van a disminuir con la menor inflación.