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Los cuestionamientos vinieron y, tras ellos, los salvavidas. En medio de las críticas hacia los datos difundidos por el ministro Roberto Lavagna sobre la reducción en los índices de pobreza e indigencia, el subsecretario de Programación Económica, Sebastián Katz, salió en defensa de esta cartera de Estado escudando la metodología utilizada para la medición. En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se da pequeños latigazos a la espalda con un informe, a presentar en el día de hoy, en el que reconoce su papel en la crisis argentina.
Las cifras de Lavagna no cayeron en saco roto. Al día de ayer eran diversas las críticas que señalaban desconfianza hacia la metodología utilizada por el Ministerio de Economía para calcular una rápida reducción de la pobreza (del 55 al 46 por ciento entre octubre de 2002 y marzo pasados) y la indigencia (del 26 al 16 por ciento en el mismo período).
Y es que los porcentajes difundidos, adelantándose al informe que presentará en septiembre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), fueron resultado de un cruce de datos de dicha entidad y el Ministerio de Trabajo.
“(Lavagna) busca bajar el número de pobres por vía de una alquimia estadística de dudosa seriedad, con el objetivo de ocultar la pobreza”, valoró Claudio Lozano, economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
La respuesta del Gobierno tampoco dio lugar a la espera y ayer mismo, en voz de Katz, dijo que “no pone en duda” los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Indec, aun cuando las estimaciones ofrecidas por Economía en realidad “extienden” al total urbano los datos de dicho instituto. En todo caso, reflexiona Katz, “lo importante es que los índices tienden a reducirse como consecuencia de la mejoría de la situación económica”.
A este razonamiento se sumó el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien argumentó que “no es malo que el propio ministro de Economía pueda anunciar que hemos tenido un resultado que nos pone contentos”. La indigencia y la pobreza “han bajado independientemente del índice que se tome”, respaldó también el director del Centro de Estudios Laborales, Ernesto Kritz, pese a reconocer que la estimación gubernamental tiene “imprecisiones”.
Paradójicamente, en tanto el Gobierno defiende datos sobre una progresiva salida de la crisis argentina tras el default, por el otro lado sale a la luz este día un informe de la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI, en el que reconoce al Fondo como parte responsable de esta caída económica. El informe, titulado “El papel del FMI en Argentina, 1991-2001”, concluye que dicho organismo fue “demasiado indulgente” con el país durante la década que desembocó en la crisis.