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La Unión Industrial Argentina pidió al Gobierno que aplicara cupos a la importación de textiles y calzado brasileños. Fue en el marco de una reunión con el canciller, Rafael Bielsa, quien se comprometió a sentar a su par Celso Amorín en la 10º Conferencia Industrial. El objetivo será que escuche de primera mano el reclamo de los industriales locales. La clave continúan siendo las asimetrías con los incentivos estatales que benefician la producción brasileña.
Las relaciones entre la UIA y la administración de Néstor Kirchner atraviesan por su mejor momento. Los industriales sienten que, a partir de las trabas al ingreso de la línea blanca, la actitud del Gobierno comenzó a ser otra. El secretario de la UIA, Juan Carlos Sacco, señaló a Página/12 la existencia de “un quiebre fundamental”. “Como se vio a partir del replanteo del régimen automotor, toda la administración está ahora tocando la misma música”, se entusiasmó.
Los industriales coincidieron con Bielsa en que la relación comercial con Brasil debe basarse en una “doble estrategia”: fijar cupos a las importaciones y, al mismo tiempo, hacerle comprender al gobierno de Lula de Silva la necesidad argentina de recomponer su estructura industrial.
El canciller asistió a una reunión con más de 50 empresarios a la que fue invitado a hablar sobre el Mercosur y las negociaciones comerciales que mantiene el país en diferentes escenarios.
El presidente de la central fabril, Alberto Alvarez Gaiani, dijo en una conferencia de prensa, tras la reunión, que Bielsa “comentó que con Brasil hay que hablar y poner cupos para solucionar los problemas”.
Desde esta perspectiva, el ministro estaría a favor de nuevos límites a la entrada de productos brasileños. Ahora sería el turno de los textiles y de los calzados.
Ayer los empresarios recordaron una vez más los subsidios que ofrecen algunos estados brasileños a las distintas industrias y el rol del Bandes en la financiación de la actividad productiva con tasas del 3 por ciento.