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La actividad de la construcción en Argentina registró en febrero pasado un alza del 5 por ciento respecto a igual mes de 2004, acumulando una suba del 6,6 por ciento en el primer bimestre. Esta buena performance del sector alienta a los empresarios a pronosticar que la bonanza continuará en el resto del año, aunque las fichas están puestas básicamente en la obra pública. Ayer se anunció oficialmente que el Banco Mundial otorgó el primer préstamo posdefault para Vialidad Nacional: 632 millones de pesos que serán utilizados para la reparación de rutas sin peaje.
La información fue difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos e incluye un dato menos auspicioso aunque no demasiado relevante: la actividad retrocedió un 1,3 por ciento respecto de enero último. La tenue caída no alcanza a opacar el alentador comportamiento de todo el rubro, que en 2003 creció un 37,6 por ciento y en 2004 subió un 20,1.
En cuanto a las opiniones de los empresarios del sector, el Indec reveló que el 38,9 por ciento de los que se dedican a obras públicas cree que la actividad mejorará y el 53,7 que quedará igual, en tanto que sólo el 7,4 dice que disminuirá. El panorama es casi el inverso cuando las consultas se dirigen a los que hacen obras privadas: el 64,7 por ciento estima que su actividad se mantendrá igual, el 29,4 que bajará y sólo el 5,9 que mejorará.
Esa esperanza en el crecimiento de la obra pública podría verse alentada por el crédito que ayer mismo acaba de confirmar el Banco Mundial y que estaba suspendido desde mediados de 2002. Los 632 millones de pesos serán utilizados para trabajos de recuperación de aquellas rutas que no están concesionadas a través del mecanismo de los contratos denominados “Crema”. Según éstos, en una primera etapa de dos o tres años se reconstruyen los caminos y en una segunda, de un lustro más, los adjudicatarios se comprometen a realizar tareas de mantenimiento.
El 75 por ciento de estos trabajos será financiado con recursos públicos, en tanto que el resto, con fondos estatales provenientes de una tasa que se cobra sobre el gasoil.
Esa promesa oficial no está desalentada por la lenta ejecución de las partidas presupuestarias a cargo del Ministerio de Planificación, cuyo ritmo es bastante inferior al que sigue el resto de reparticiones oficiales. En los dos primeros meses del año, la cartera a cargo de Julio De Vido sólo utilizó el 4,9 por ciento de los recursos previstos para todo el ejercicio 2005.