SOCIEDAD › CASO MACARENA: MATAN AL HERMANO
DE UN PRESO Y SECUESTRAN A OTRO
Dos mensajes en busca de silencio
Un hermano del chico detenido por la muerte de Avellaneda fue asesinado y el hermanito de otro preso del caso fue secuestrado tres horas. La Justicia cree que son mensajes para que los detenidos no hablen. Y sospecha que detrás de la banda hay una mafia de la que participan policías.
Por Raúl Kollmann
El trasfondo de la muerte de Macarena parece estar saliendo a la superficie. La niña, de nueve años, murió baleada en Avellaneda por un adolescente que junto a un cómplice intentaba robarle dinero y una camioneta al tío de Macarena. En el marco de un forcejeo, el menor A disparó y mató a la nena. Diez días más tarde, el adolescente A y el adolescente B (las identidades no se revelan por ser menores) fueron detenidos, pero este último fin de semana ambos recibieron lo que parece ser un siniestro mensaje mafioso. A un hermano de A, de 21 años, se le acercaron uno o dos desconocidos y con una escopeta recortada le pegaron un tiro en la cabeza. Paralelamente, a un hermanito de B, de apenas cinco años, lo secuestraron durante tres horas y luego lo devolvieron a su casa. En los dos casos el mensaje violento sería claro: que los adolescentes detenidos no hablen ante la Justicia.
Esta es una de las versiones que surgieron ayer de los tribunales de Lomas de Zamora y la trama que estaría detrás de la muerte de Macarena es que los adolescentes robaban camionetas a pedido de una banda que maneja un desarmadero y, sobre todo, transporta las camionetas al exterior. Todo indica, además, que esa organización tiene protección policial, algo que ya testificaron ante la Justicia varios protagonistas.
Sin embargo, en la fiscalía tienen otra versión, que proviene justamente de la investigación policial. Afirman que D.V. (tampoco se devela la identidad para preservar la del menor detenido), el hermano del adolescente que le disparó a Macarena, salió el miércoles pasado de la cárcel tras haber cumplido una condena por robo a mano armada. Transitando por su barrio, Villa Corina, se encontró con los hermanos A que cobran peaje por pasar por esa zona de Corina. “Yo acabo de salir de la cárcel y ni a ustedes ni a nadie le pago peaje”, les habría espetado D.V. Eso dio comienzo a una pelea en la que uno de los hermanos A sacó un pistolón, un arma de dos caños que dispara cartuchos de escopeta, y mató a D.V. La policía dice que la novia del asesinado y otros testigos certifican esa secuencia, por lo que no aceptan la versión de que detrás de este crimen y el secuestro de un niño de cinco años exista una mafia de robo de autos amparada por policías.
En la Justicia de menores, en cambio, la historia que surge del expediente es muy otra. Los adolescentes A y B robaban para una organización conocida como “la banda de Víctor Hugo”, dedicada a desarmar vehículos, pero sobre todo a transportar camionetas a Paraguay y a varias provincias –Entre Ríos, Tucumán y Córdoba–, donde estarían funcionando varios desarmaderos. A los chicos les dan mil pesos por camioneta y luego la banda se ocupa de darles destino. En la causa figuran nombres e incluso se mencionan también los hombres de uniforme que le dan cobertura a Víctor Hugo y sus secuaces.
A partir de esa trama se habrían desarrollado los hechos de la madrugada del domingo. A las 5.45, dos individuos –incluso se dice que encapuchados– se acercaron a D.V. y lo ejecutaron con una escopeta recortada. El asesinato habría tenido como móvil silenciar a los dos adolescentes que están presos y que, según dicen en el barrio, “cantaron”. Por ello, también se produjo el secuestro del hermano de cinco años del adolescente B, que estaba con A cuando se produjo la muerte de Macarena. Ante la Justicia de menores se hizo la denuncia de que al niño lo retuvieron durante tres horas y que luego lo devolvieron a la familia con la misma advertencia: que los adolescentes detenidos no hablen. Ante una consulta de este diario, en la policía de la zona afirman que no tienen ninguna denuncia de que hubiera existido el secuestro.
Durante la jornada de hoy, la Justicia ordinaria y la de menores trabajarán en el esclarecimiento de lo que pasó en la madrugada del domingo para ver si se llega a una sola y definitiva versión del asesinato y el supuesto secuestro. También se habla de inminentes detenciones.
Sin embargo, más allá de lo que ocurrió este fin de semana, la historia real de la muerte de Macarena no cambia. Todos los investigadores coinciden en que esos adolescentes no robaban para ellos, sino que lo hacían a pedido y para una banda. El tío de Macarena conducía una camioneta 4x4 Tata Sumo y cuando descendían del vehículo para entrar a una fiesta familiar en Avellaneda, fueron sorprendidos por A y B, que provienen de Villa Corina. Gustavo –el tío de Macarena– reaccionó porque vio que los ladrones parecían demasiado jóvenes y frágiles, a tal punto que se abalanzó sobre B para quitarle el arma. No sólo lo logró, sino que además A inició una fuga. En ese momento, vio que Gustavo tenía agarrado a su cómplice y le daba una golpiza. Por ello A giró y desde unos 15 metros le disparó al tío de la niña. El proyectil dio en Macarena y la mató.
Inicialmente la pesquisa se orientó hacia la banda que mandaba a robar camionetas y también hacia algunos integrantes de la barra brava de Independiente, que comandarían la organización. En fuentes judiciales ahora no están convencidos de esa pista, pero en Villa Corina se afirma que efectivamente esos personajes pesados del fútbol son los que están detrás del robo de las camionetas, el manejo de la droga en Villa Corina y el desarmado rápido en el propio barrio de vehículos robados minutos antes.