EL PAíS › PARA EL INADI, BASEOTTO VIOLO LA LEY ANTIDISCRIMINATORIA
“Un llamamiento a la intolerancia”
En octubre, el obispo castrense, en una homilía, descalificó a la inmigración musulmana. La APDH hizo la denuncia. Ayer, el Inadi dictaminó que sus palabras son un llamado a la xenofobia.
Por Mariana Carbajal
El Inadi dictaminó que el obispo castrense, Antonio Baseotto, violó la Ley Antidiscriminatoria durante una homilía que pronunció al cierre de la última peregrinación del personal militar a la Basílica de Luján, ante el ministro de Defensa, José Pampuro, y los jefes de las Fuerzas Armadas. En aquel sermón, monseñor Baseotto cargó contra la inmigración musulmana hacia Europa y descalificó el diálogo y el pluralismo, “dos pilares del régimen constitucional democrático en la República Argentina”, sentenció el Inadi. Para el organismo, sus palabras podrían “constituir un llamamiento a ejercer la intolerancia o la xenofobia” en el país. La denuncia ante el Inadi había sido presentada por Miguel Monserrat, uno de los vicepresidentes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). En diálogo con Página/12, Monserrat adelantó que estudia llevar el caso a la Justicia.
El tenor que iba a tener el dictamen del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) contra Baseotto fue adelantado por este diario hace poco más de un mes, cuando se reveló la existencia de esta denuncia. Hacía pocos días que el obispo castrense había dado a conocer su intención de tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, por su política de distribución de anticonceptivos y su posición en favor de la despenalización del aborto.
La homilía en la Basílica de Luján fue pronunciada el 7 de octubre último. En un pasaje del sermón, centrado en el auxilio que puede encontrar la política en la religión, Baseotto sentenció: “La exigencia de identidad brota de la situación histórica por la que pasa nuestra patria en un mundo globalizado y confuso. Y brota de nuestra fe. En una Europa desdibujada en su identidad, que ha renunciado a sus raíces cristianas, el fenómeno musulmán produce un tembladeral y la lleva a una agonía inexorable, a un colapso como pueblo”. Sobre este fragmento, el dictamen del Inadi, señala: “... deviene en peyorativo y desfavorable para con los sujetos aludidos”. Y concluye que se trata de una “conducta discriminatoria”, que “menoscaba” el derecho a la dignidad de la persona, y es violatorio del artículo 1º de la Ley Antidiscriminatoria.
El organismo consideró “particularmente preocupante” el párrafo en el que el obispo castrense afirma: “Es hora de escarmentar en cabeza ajena y apostar por ser nosotros mismos. El coqueteo con una izquierda sin sustento ni prestigio después del muro de Berlín y del desguace de la URSS, la ambigüedades mezcladas de complejo de inferioridad de un pluralismo anónimo e indefinido, el propiciar un diálogo que concluye inexorablemente en renuncias claudicantes...”. Para el Inadi, “si siguiéramos este razonamiento a un extremo”, el sermón de Baseotto “podría constituir un llamamiento a ejercer la intolerancia o la xenofobia”.
En su resolución, el Inadi recordó que Baseotto, además de ser “una de las autoridades de la jerarquía de la Iglesia Católica”, era aún funcionario público con rango de subsecretario de Estado. Esta situación –advierte– “lo hace doblemente responsable del cuidado de su mensaje, no pudiendo soslayar el ámbito en que esa homilía fue pronunciada, en razón de que estaba dirigida al personal de las Fuerzas Armadas y de organismos de seguridad interior”. Y al respecto, agregó: “Por las razonas históricas que son de dominio público, éste es un ámbito en donde el cuidado del mensaje y la educación en ideales de tolerancia resultan de vital importancia, ya que el Estado debe contar con Fuerzas Armadas y organismos de seguridad compenetrados en los valores y principios sancionados en la Constitución y la normativa que garantiza la vigencia universal en su territorio de los derechos humanos”.
Baseotto fue convocado por el Inadi para hacer su descargo. Nunca se desdijo. Sólo indicó que sus expresiones carecieron de “todo ánimo discriminatorio”. El dictamen del Inadi lleva la firma de su presidente, Enrique Oteiza. Monserrat evalúa iniciar una causa en la Justicia. “Su sermón tiene un claro contenido antidemocrático y macartista”, consideró.