ECONOMíA › NO PODRAN FAENARSE BOVINOS DE MENOS DE 300 KILOS
Para que no suba la carne
Por Claudio Scaletta
Como parte de la estrategia para mantener baja la inflación, el Ministerio de Economía anunció que por un plazo de 180 días a partir del 1º de noviembre sólo podrán destinarse a la faena bovinos de más de 300 kilos. En la actualidad, alrededor del 40 por ciento de los animales faenados está por debajo de este peso. Fuentes de la industria frigorífica estimaron que, entre los efectos de la medida, habrá un traslado de la baja estacional de la oferta que se produce a fines del invierno, lo que, al menos hasta que entre en vigencia la restricción, ayudará a mantener estables los precios.
La medida acordada con la industria frigorífica fue anunciada en una conferencia de prensa por Roberto Lavagna. Ante una pregunta por el posible aumento de las retenciones a las exportaciones cárnicas, el ministro consideró que “todos los instrumentos siguen siendo válidos”, pero el acuerdo con los frigoríficos es una muestra de que la alternativa no está en el espíritu de los hombres del Palacio de Hacienda, donde creen, según las palabras del propio Lavagna, “que los precios están bien, aunque podrían estar mejor.
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Agricultura, el 16 por ciento de la faena de 2004 fueron terneros de hasta 230 kilos, los que representaron el 9,3 por ciento de la producción total, mientras que otro 26 por ciento fueron novillos y vaquillonas de menos de 300 kilos, los que representaron otro 16 por ciento de la producción. En términos de la oferta total, esto significa que el 42 por ciento de los animales faenados sólo produjeron un cuarto de la oferta total.
Con la medida anunciada ayer se persigue evitar esta “ineficiencia”. Cálculos preliminares presentados por los frigoríficos a Lavagna hablan de que la medida provocará, como efecto estructural, un suba del orden del 4 por ciento en la producción. Más oferta significa menos presión sobre los precios, pero está claro que esto requiere un tiempo de maduración (el engorde de los animales) y la preocupación del Gobierno por los precios es de corto plazo.
En este sentido, fuentes de la industria frigorífica consideraron que muchos de quienes tengan animales que no estarán “terminados” para noviembre o diciembre probablemente intentarán venderlos antes de esta fecha, lo que aumentará la oferta en el período previo a la entrada en vigencia del a restricción del peso mínimo. De esta manera, se logrará trasladar para después de las elecciones la baja de la oferta que se produce a fines del invierno, uno de los dos baches anuales junto con la seca de salida del verano. Con esto, el efecto negativo sobre los precios se produciría después de noviembre, un aumento que los frigoríficos consideran “inevitable”.
Luego de la conferencia de prensa Lavagna se reunió con los representantes de los frigoríficos a quienes pidió “responsabilidad y colaboración” con el mantenimiento de los precios. El ministro volvió a repasar con los empresarios la relevancia de la carne en la canasta alimentaria y en el Indice de Precios al Consumidor (inflación).