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El canciller Rafael Bielsa afirmó que el Mercosur “está bien”, aunque admitió que “tiene un déficit de institucionalidad que deberíamos ir resolviendo con el tiempo”. El Mercosur “goza de muy buena salud. Aparte, es un destino inexorable”, señaló el funcionario, buscando despejar las dudas que se ciernen sobre el bloque regional cada vez que estallan conflictos comerciales entre los socios.
En este sentido, el titular de la Confederación General Económica (CGE), Marcelo Fernández, defendió la decisión del gobierno nacional de restringir el ingreso indiscriminado de calzados provenientes de Brasil, ante la queja de los empresarios del vecino país por el freno aplicado a 700.000 pares de calzados en los principales pasos fronterizos. “Los empresarios brasileños deben entender que las condiciones han cambiado y que áreas específicas del Gobierno, como el Ministerio de Economía, la Secretaría de Industria, AFIP, Aduana y la Cancillería, han tomado la firme decisión política de defender a la industria nacional”, sostuvo Fernández.
El titular de la CGE, a través de un comunicado de prensa, salió de esa forma al cruce del pedido formulado por los empresarios brasileños al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para que destrabe el ingreso de los calzados al país. A principios de mes, el Gobierno dispuso que las importaciones de juguetes y calzado se regirían por el sistema de licencias no automáticas, a fin de proteger a los fabricantes locales de ambos sectores que se veían amenazados por las compras de productos chinos y brasileños.
Con la intención de aliviar las tensiones que estallaron en las últimas semanas en el bloque regional, Bielsa afirmó que “la relación con Brasil es excelente”, pero “cuando hay conflictos de intereses defendemos lo que tenemos que defender”, aclaró. En tanto, destacó que “Paraguay ni siquiera ha analizado la posibilidad de dejar el Mercosur”, un rumor que circuló a raíz de la decisión del gobierno paraguayo de permitir el ingreso de tropas norteamericanas a su territorio. En cuanto a Uruguay, “a excepción del problema” por la instalación de dos papeleras, “en el que la Argentina no tiene otra posibilidad que hacer lo que está haciendo, la relación bilateral es correcta”, explicó el canciller.