EL MUNDO › EE.UU. Y SUS ALIADOS IRAQUIES REIVINDICARON UNA “GRAN VICTORIA”
La caída del número 2 del número 2
EE.UU. dijo ayer haber matado al segundo de Al Qaida al mando en Irak. Pero el segundo de Osama bin Laden allí sigue libre.
Por Patrick Cockburn*
Desde Bagdad
Fuerzas iraquíes y estadounidenses mataron a Abu Azzam, presuntamente el segundo al mando de Al Qaida en Irak, en una lucha armada luego de ser atrapado en un edificio alto en Bagdad. Las fuerzas armadas estadounidenses y el gobierno iraquí reivindicaron para sí una gran victoria cuando anunciaron su muerte.
“Tuvimos información específica e inteligencia que nos llevaron a él”, dijo el capitán Steve Boylan, del ejército de Estados Unidos. “Lo hemos estado rastreando por un tiempo.” Otros hombres estaban con Abu Azzam cuando murió, pero no se sabe si fueron capturados. En una declaración en Internet, Al Qaida en Irak negó que Abu Azzam fuera su segundo al mando y dijo que “no estaba confirmado” que hubiera sido asesinado. Calificó a los intentos de Estados Unidos e Irak de afirmar que él era un representante principal del grupo como “un intento inútil... para levantar la moral de sus tropas”.
EE.UU. dijo que Abu Azzam, presuntamente palestino, fue “Emir de Bagdad” en la organización de Al Qaida que dirige operaciones en la capital. Estas consistían principalmente de atacantes suicidas dirigidos a tropas estadounidenses, el ejército iraquí, la policía, pero han matado la mayor cantidad de personas cuando sus explosiones tuvieron lugar entre trabajadores chiítas u hombres jóvenes haciendo fila para conseguir trabajo a la entrada de centros de reclutamiento del ejército o de la policía.
El impacto de la muerte de Abu Azzam en Al Qaida no está claro. La organización está solamente vinculada con Al Qaida bajo Osama bin Laden, a quien Abu Mussab al Zarqawi, el líder de Al Qaida en Irak, juró lealtad en octubre de 2004, pese a haber sido anteriormente su rival. Al Qaida en Irak es lo suficientemente amplia para lanzar hasta una docena de ataques suicidas el mismo día, habiendo forjado una organización extendida capaz de encubrirlos y equiparlos. La gran mayoría de los suicidas son extranjeros, sobre todo de Arabia Saudita, Egipto, Siria y Jordania.
Pero no es probable que una organización construida alrededor del culto a la muerte resulte desmoralizada o incluso desorganizada por la muerte de uno de sus líderes. Las fuerzas armadas de EE.UU. en Bagdad afirmaron haber eliminado a miembros importantes del grupo en el pasado, sin que eso obstaculizara su capacidad de enviar suicidas a sus objetivos. En el mismo momento en que los gobiernos de EE.UU. e Irak anunciaban su éxito ayer, un hombre vestido de negro y llevando una campera con explosivos se inmoló entre reclutas para la policía en Baba, 64 kilómetros al norte de Bagdad. Alrededor de diez de los jóvenes arremolinados esperando para obtener empleo murieron.
Muchos asesinatos y desapariciones pasan inadvertidos en Irak o son sólo descubiertas más tarde. Los cuerpos de 22 hombres fueron hallados ayer en la empobrecida ciudad de Kut, en el sur de Tigris, en Bagdad. Habían sido esposados y luego baleados varios días atrás, pero quién los mató y por qué no se sabe. La morgue de la ciudad en Bagdad recibe en la actualidad alrededor de 25 cuerpos por día, con un pico reciente de 57 cuerpos en un sólo día. La ferocidad de la campaña de atacantes suicidas de Al Qaida ha aterrorizado a la mayoría de la población en la capital. Mientras a muchos sunnitas en pueblos como Ramadi no les agrada la masacre de chiítas, no hay mucho que puedan hacer. Tienen miedo de ser asesinados ellos y no quieren colaborar con el ejército de EE.UU. o con las tropas gubernamentales.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.