La inflación de marzo fue del 1,2 por ciento. El índice dejó conforme al Gobierno, que por tercer mes consecutivo puede mostrar que el aumento de los precios se desaceleró con respecto al año pasado. En marzo de 2005, la inflación minorista había alcanzado el 1,5 por ciento. La mala noticia fue que, otra vez, la canasta básica alimentaria se incrementó más que el promedio: un 1,8 por ciento, y ya cuesta 400,09 pesos. La ropa y las cuotas de los colegios se sumaron al podio de los que más se encarecieron.

La difusión del índice puso al descubierto que la carne volvió a jugarle una mala pasada al Palacio de Hacienda. En promedio, ese rubro se incrementó un 3,4 por ciento. De acuerdo con el relevamiento del Indec, los denominados cortes populares superaron ese rango: la carne picada se encareció 6,1 por ciento (8 pesos el kilo), el asado un 5,7 (8,73 pesos) y la paleta un 5,4 por ciento (8,62).

Esta secuencia permite concluir que Economía no encontró la fórmula para lograr que las bajas en Liniers se trasladen al comercio minorista. Cierto es que, durante las últimas tres semanas del mes pasado, las exportaciones estaban suspendidas de forma aunque no en los hechos, ya que los frigoríficos encontraron atajos para concretar los envíos al exterior. En la actualidad, Economía negocia con las cadenas una rebaja de al menos 10 por ciento en los cortes populares.

El rubro alimentos y bebidas se anotó una suba del 1,5 por ciento. El consumo de alimentos, tanto en el hogar como fuera de él, registró una remarcación del 1,6 por ciento.

En los productos que forman parte de los acuerdos de precios se notan cambios mínimos, salvo en los referidos al ciclo lectivo. El queso cuartirolo y la leche fluida en sachet aumentaron 0,7 por ciento. Los lácteos avanzaron un 0,5 por ciento. En aceite de maíz hubo una baja del 2 por ciento. Y los yogures no registraron modificaciones. Distinto fue el caso de los útiles escolares. A pesar de la foto en la Casa Rosada, subieron un 1,5 por ciento en promedio. Una expansión notablemente superior a la de marzo del año pasado, cuando apenas lo habían hecho en un 0,3 por ciento.

Una vez conocida la inflación de marzo, desde Economía dejaron trascender la satisfacción ante la desaceleración inflacionaria, en un contexto donde los analistas de la city tenían, a priori, pronósticos sombríos.

- El primer trimestre cerró con un incremento del 2,9 por ciento, contra un 4,0 del mismo lapso de 2005.

- En este escenario, los alimentos y bebidas aumentaron 3,4 por ciento en ese período, contra 5,2 por ciento del año pasado.

- Aunque sea apenas un paliativo que no resuelve la cuestión de fondo, la canasta básica alimentaria se encareció menos en marzo de este año que en el mismo mes de 2005: un 3 por ciento de aquel momento contra 1,8 por ciento de ahora.

- Claramente, el rubro que desentonó fue el de educación. Las cuotas de los colegios aumentaron 11,7 por ciento el mes pasado. Si bien se firmó un convenio con las escuelas privadas, estos retoques habían sido anunciados a fines del ciclo escolar pasado. El Indec recién los registró ahora, al reanudarse las clases.

Un párrafo aparte para lo ocurrido con la indumentaria. Como suele suceder con los cambios de temporada, esta vez también hubo importantes remarcaciones. En promedio, la ropa se encareció un 8,4 por ciento. Pero si sólo se toma en cuenta la de uso externo, la suba resultó del 9,5 por ciento. En calzados, el ajuste fue más moderado, del 3 por ciento. Así como en febrero la indumentaria jugó a favor del índice, el mes pasado impactó negativamente. Entre los rubros alimentos y bebidas e indumentaria explicaron 0,9 punto del 1,2 por ciento de la inflación.

Otro de los sectores que siguen subiendo con fuerza es el de los autos cero kilómetro. En marzo lo hicieron en un 2,3 por ciento y acumulan un 4,8 en lo que va del año. Más preocupante fue lo sucedido con los alquileres de viviendas. Se encarecieron otro 1,3 ciento y acumulan un 4,1 por ciento en el año, en medio del boom inmobiliario.

¿Qué puede suceder este mes? En MVA Macroeconomía estiman que la inflación estará en línea con la del año pasado: entre 0,5 y 0,6 por ciento. Se confirmaría una tendencia que apunta a cerrar el año cerca del 12 por ciento.