El juez federal de Paso de los Libres, Juan Angel Oliva, ordenó la detención de Carlos Faraldo y Víctor Aldave que, según consta en la causa que investiga el centro clandestino de detención La Polaca, cumplían funciones de “agentes civiles” en el Destacamento de Inteligencia 123 de la ciudad fronteriza. La semana próxima está prevista la declaración de otros ex agentes, entre ellos el Turco Julián.

De esta forma, pasan a ser siete los detenidos por secuestros, torturas y desapariciones en La Polaca, que funcionó durante los años ’80 y por el que habrían pasado cerca de 300 prisioneros. Faraldo y Aldave fueron alojados en el Regimiento de Infantería III que se encuentra a las afueras de la ciudad. Están acusados de asociación ilícita, privación ilegítima agravada de la libertad y encubrimiento agravado.

Faraldo y Aldave cumplían funciones de “agentes civiles” contratados por el Ejército. Sin embargo, en la ciudad es vox populi que ambos pertenecían a los servicios de inteligencia, algunos los ligan a la SIDE, otros a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, los libreños sospechan que continúan con las mismas tareas de inteligencia que realizaron durante la última dictadura.

Los dos “ex agentes” viven en la ciudad. Aldave tiene un taller mecánico, en el cual arregla motocicletas y es un asiduo participante de los encuentros de “motoqueros” que se realizan en distintas partes del país. En tanto, Faraldo trabajaba en una estación de servicios perteneciente a su familia.

Además de Julio Simón, alias “El Turco Julián”, que deberá declarar la semana próxima, también fueron citados en calidad de testigos varias personas que eran investigadas permanentemente por los servicios de Inteligencia 123 a la cuales calificaban como “blancos permanentes”.