La tasa de crecimiento del sector de la construcción sigue acelerándose, contrariando todos los pronósticos. Nadie hubiera podido predecir, después de tres años consecutivos de recuperación, con un alza acumulada del 84,5 por ciento (diciembre de 2005 contra igual mes de 2002), que el ritmo de aumento del nivel de actividad de este año podía ser superior al de los años anteriores. Sin embargo, está ocurriendo. El indice de actividad del mes de julio fue 27,9 por ciento superior al de un año atrás en términos desestacionalizados. En los primeros siete meses, el ritmo de la construcción se ubicó 21,7 por ciento por encima del mismo período de 2005. En términos desestacionalizados (descontando las diferencias por los cambios de actividad estacionales y la variación por días de inactividad por feriados, lluvia u otros factores climáticos), el valor del índice de la actividad de la construcción elaborado por el Indec está en su máximo valor histórico de la serie, superando así su pico anterior, de agosto de 1998, en más de un 20 por ciento.

El informe del Indec destaca que el crecimiento en la construcción se verifica en obras para todo tipo de destinos, aunque se registra un ritmo más acelerado de crecimiento en edificios que en el resto. El indicador para este renglón señala un crecimiento del 26,3 por ciento en el último año en el caso de edificios para vivienda y del 26,5 para otros destinos (oficinas, hoteles, etc.). Igualmente importante, aunque a un ritmo apenas inferior, es la evolución del indicador de la construcción de obras viales (22,2 por ciento) y de otras obras de infraestructura (22,9). Por debajo de estos indicadores se ubican las construcciones petroleras, que entre julio de 2005 y julio de 2006 crecieron 8,2 por ciento.

El fuerte ritmo de crecimiento del sector también se reflejó en el incremento de la demanda de insumos y en la cantidad de personal empleado en el sector. De acuerdo con los registros en el sistema previsional, los puestos de trabajo en relación de dependencia del sector promediaron en el segundo semestre del año en curso los 344.322 empleos. Un año atrás, no llegaban a 277 mil. Con respecto al segundo semestre de 2002, las cifras actuales de personal en plantilla prácticamente triplican los niveles de entonces (115.271 empleos). El nivel actual es, incluso, un 21 por ciento superior al mejor momento previo a la crisis del 2001, esto es, el cuarto trimestre de 1998 (284.500 empleos). Acá se opera un doble fenómeno: por un lado, la incorporación pura de personal nuevo, pero abonado además por el blanqueo de personal contratado desde antes.

La evolución de las ventas de materiales para la construcción no podía quedar al margen de los beneficios del boom, como es lógico. Principalmente, ello se verifica en el caso de ladrillos huecos, insumo principal en la construcción de edificio, el renglón de mayor auge. El crecimiento de las ventas en julio con respecto al año pasado es del 109,5 por ciento, que no constituye un hecho aislado de dicho mes, dado que en las ventas acumuladas en los primeros siete meses también se refleja un incremento en relación al año pasado destacada, del 62,2 por ciento.