EL PAíS › CON CRITICAS A LA UCR, KIRCHNER Y COBOS JUNTOS EN MENDOZA

Un idilio que se está afianzando

El Presidente cuestionó a los radicales que en la Convención del partido no realizaron ninguna autocrítica a la gestión de Fernando de la Rúa. También apuntó contra el menemismo y el gobierno de Alfonsín. El gobernador radical lo acompañó.

 Por Diego Schurman

A la hora de las especulaciones hubo una repetida: que el encuentro de Néstor Kirchner y Julio Cobos se conformó ayer en el primer acto de la campaña con vistas al 2007. Y ya no sólo por la foto sino también por el contenido. El Presidente cuestionó en Mendoza a los radicales lavagnistas por no haber realizado en la reciente Convención partidaria una “autocrítica” por el “corralito” dispuesto durante la gestión de Fernando de la Rúa.

Kirchner efectuó sus críticas en el Polideportivo Municipal de San Rafael, flanqueado por el gobernador mendocino, un radical K que en despachos de la Casa Rosada imaginan como candidato a vicepresidente. “Qué lindo que hubiera sido que le hubieran pedido perdón al pueblo argentino por lo que pasó en la Plaza el 20 de diciembre”, chicaneó sobre los episodios del 2001.

No fue una frase casual. El Gobierno quiere emparentar a la actual conducción de la UCR con De la Rúa. Al fin, una manera de buscar la reacción adversa de la sociedad hacia el partido que abandonó el poder entre muertes y cacerolazos. En ese sentido, la vuelta del ex presidente al centro de la escena por el escándalo de la coimas en el Senado fue de por sí una ayuda a la estrategia oficial.

El fin de semana, la Convención Nacional del radicalismo cuestionó la concertación K y mostró implícitamente su apoyo a Roberto Lavagna, quien podría constituirse en el candidato de la oposición. Kirchner, con tono de campaña, habló de “viejas estructuras”, dos palabras que calcó Cobos al defender su acercamiento a un gobierno de distinto color político.

Un dato que no pasó inadvertido fue la presencia de Cristina Kirchner. Una rareza tratándose de un acto donde se anunciaron obras públicas. En despachos oficiales se regodeaban anoche con aquella frase presidencial –“puede ser pingüino o pingüina”– que juega a la incógnita sobre su reelección. Lo que está claro es que fue indisimulable el tufillo a campaña proselitista.

El palco se completó con Julio De Vido y Alicia Kirchner. Lo del ministro de Planificación –ahora con presupuesto reforzado– fue previsible en razón de los anuncios de la construcción de la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento sobre el río Grande, en Malargüe, y la entrega de viviendas. La ministra de Desarrollo será una cara repetida de aquí a octubre del 2007 en los actos oficiales, a los que se les quiere imprimir un perfil social.

La foto y los discursos en San Rafael fueron dedicados al radicalismo. Y en especial al senador Ernesto Sanz, ex intendente de esa localidad y aspirante a acompañar a Lavagna en la fórmula. Pero, por extensión, algunos tramos de la arenga de Kirchner también recayeron sobre el peronismo, como cuando se refirió al Pacto de Olivos “vergonzante” que Raúl Alfonsín y Carlos Menem firmaron “a espaldas del pueblo argentino”.

No fue el único común denominador que encontró para fustigar a sus antecesores en el cargo. Los derechos humanos fue otro. “Unos sacaron las leyes de obediencia debida y punto final y otros los indultos”, ambos actúan con “el mismo sentido de la impunidad”.

Está claro que la estrategia K será ir al choque contra toda construcción opositora, esté en ella la UCR, el PRO de Macri o el duhaldismo residual que representa el llamado grupo El General. Ni el gobernador Jorge Sobisch –un pionero en esto de lanzar candidaturas presidenciales– se salvará: esta semana la tropa de Compromiso K desembarcará en Neuquén para el primer Congreso Patagónico de la agrupación que encabeza el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.

Kirchner quiere a su tropa alineada y acompañando sus iniciativas. El laboralista Héctor Recalde ayer dio muestras de la fidelidad demandada. A menos de 24 horas de que el secretario de Cultura, José Nun, llamara a reinstalar el impuesto a la herencia para financiar la cultura, el diputado kirchnerista presentó un proyecto para restablecer lo que otrora el ex ministro de la dictadura José Martínez de Hoz eliminó.

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El gobernador Julio Cobos, el Presidente y la senadora Cristina Fernández de Kirchner.
 
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