Después de la reestructuración de la deuda en default y de la cancelación anticipada de los compromisos con el FMI, el Gobierno se propone llegar a un arreglo con el último grupo de acreedores en conflicto: el Club de París. El atraso en los pagos alcanza a 6000 millones de dólares y la mora se remonta a principios de 2002. “En tres o cuatro meses” la Argentina hará una propuesta de refinanciación, la cual será elaborada por un grupo de trabajo especial que se creará en los próximos días. Así lo indicaron ayer fuentes del Ministerio de Economía. La titular de esa cartera, Felisa Miceli, se lo adelantó al ministro francés para Asuntos Presupuestarios, Jean François Copé.

La ministra recibió al funcionario extranjero en el último día de su visita al país. Participó del encuentro el vicecanciller Roberto García Moritán. Francia es uno de los 19 países europeos que componen el Club de París. Copé expresó su “satisfacción por la voluntad de las autoridades nacionales de encauzar en el corto plazo una solución integral” al problema de la deuda pendiente, señaló la Cancillería a través de un comunicado.

Aunque resulte difícil de entender, el hecho de que la Argentina haya cancelado su deuda con el FMI es una complicación para refinanciar sus compromisos con el Club de París. Esto ocurre porque una de las exigencias de este organismo para renegociar con los países deudores es que tengan vigente un programa con el Fondo. Es una demanda imposible de cumplir porque la Argentina no le debe nada al FMI. El director del Departamento de Relaciones Externas de este organismo, Masood Ahmed, recordó ayer que “regularmente los países que refinancian sus vencimientos con el Club de París necesitan una evaluación económica por parte del Fondo”.

De todos modos, el Gobierno considera que es un obstáculo que se salvará en la negociación. Copé destacó la voluntad por resolver la situación. El funcionario fue recibido también por el presidente del Banco Central, Martín Redrado, en el final de su visita al país.