Los fabricantes nacionales de productos de línea blanca volverán a reunirse el miércoles y el jueves en la Secretaría de Industria con su contraparte brasileña para negociar la renovación del acuerdo sectorial que limitó las importaciones, posibilitando la reactivación del sector. En el caso de heladeras y cocinas, los pactos vencieron el 31 de enero y en lavarropas el 31 de marzo. Desde entonces se comenzó a gestionar su extensión, pero del lado brasileño se negaron argumentando que los acuerdos habían sido sólo una “contribución para ayudar a la industria argentina durante la crisis”. Así lo expresó el ministro de Desarrollo de Brasil, Luiz Furlán, en la reunión de la Comisión de Monitoreo Bilateral que se realizó este mes. No obstante, en ese encuentro los representantes de ambos países decidieron esperar el resultado de la conversación que ahora mantendrán los privados antes de evaluar cómo seguir. Si la negociación se frustra y las importaciones amenazan con crecer, Argentina podría aplicar medidas unilaterales antidumping o antisubsidios.

La reactivación económica impulsó la venta de productos de línea blanca, pero, a diferencia de los ’90, el crecimiento se produjo en un mercado con mayor participación nacional debido al freno que sufrieron las importaciones a partir de la modificación de los precios relativos y el establecimiento de restricciones comerciales. Entre 2004 y 2005 la participación de las heladeras nacionales en el mercado subió de 42 a 56 por ciento, en lavarropas lo hizo del 74 a 82 por ciento y en cocinas de 76 a 82 por ciento.

Esa mayor participación en un contexto de expansión de las ventas generó un fuerte aumento de la producción. Según datos de la cámara de Fabricantes de Aparatos Eléctricos y Mecánicos para el Hogar, las heladeras fabricadas en el país aumentaron de 162 a 363 mil entre 2003 y 2005 (124 por ciento). En el mismo período, los lavarropas pasaron de 147 a 364 mil (147 por ciento) y las cocinas de 229 a 320 mil unidades (39 por ciento). En lavarropas la principal beneficiada fue la productora local Alladio (Drean, Aurora, Patriot, Marvi y marcas de terceros); en heladeras Mc Lean (Patrick, Mabe, Saccol y licencia GE) y Frimetal (Gafa), mientras que en cocinas se destacaron Orbis, Longvie y Domec.

Cuando los acuerdos vencieron y los productores brasileños se negaron a admitir una renovación automática, las empresas locales temieron lo peor. Sin embargo, las importaciones se mantuvieron por debajo del cupo vigente en 2005. Según cifras oficiales, entre enero y septiembre ingresaron 224.200 heladeras y 124 mil lavarropas. Mientras que en el mismo período del año anterior se habían importado 237 mil y 142 mil unidades, respectivamente. En el caso de las cocinas, ingresaron 75 mil en ambos períodos, pero esa igualdad evidencia una caída relativa, pues el crecimiento del PIB habría habilitado un cupo mayor para este año.

En Brasil aseguran que el gobierno argentino restringe las importaciones de hecho. Sin embargo, fuentes oficiales afirmaron que la baja de las importaciones brasileñas es producto de la mayor competitividad de las empresas argentinas y de la sobrevaluación del real. Los productores locales coincidieron ante Página/12 en que el tipo de cambio y los incrementos de competitividad inciden, pero también reconocen que Argentina prorrogó de hecho el acuerdo poniendo frenos a la importación, para compensar los desequilibrios generados por los subsidios que otorgan del otro lado de la frontera.

Esta situación forzó a los productores brasileños de línea blanca a sentarse a negociar luego de varios meses de resistencia. El primer encuentro entre privados luego de la caída formal del pacto fue los días 27 y 28 de septiembre en la Secretaría de Industria. Allí los brasileños nucleados en la cámara Eletros prometieron evaluar la situación y traer una respuesta esta semana. Si aceptan prorrogar el pacto todo seguirá como hasta ahora, pero si mantienen la negativa es probable que la Secretaría de Industria avance con medidas antidumping o antisubsidios tal como le advirtió el secretario, Miguel Peirano, al ministro brasileño Furlán en una de las reuniones que mantuvieron a comienzos de mes.