A través de la cámara que las nuclea, las aerolíneas demandaron ayer un incremento de tarifas de cabotaje no menor al 20 por ciento, cambios tributarios y retoques en el Código Aeronáutico, como condición para prestar un servicio acorde a las expectativas de los pasajeros y para que el negocio sea viable. El planteo formulado por la Cámara de Líneas Aéreas de la República Argentina (Clara) apunta a que el Gobierno ayude a achicar la brecha entre ingresos regulados y costos libres y dolarizados.

Una de las grandes preocupaciones de las líneas aéreas es la evolución del precio del combustible aéreo, que tras la devaluación se incrementó más de un 300 por ciento. Gracias a la desregulación, el JP1 tiene costos diferentes según la estación proveedora, pero en casi todos los casos los precios locales están por encima de los que se pagan en el exterior. Las compañías sugieren que parte de ese problema se debe al cuasi monopolio que ejerce Repsol, único proveedor salvo en Aeroparque, Ezeiza y Córdoba.

Aerolíneas Argentinas, LAN, Sol y Andes presentaron ayer en conferencia de prensa éstas y otras demandas del sector como parte de un plan de cambios que proponen impulsar junto al Gobierno. Lo hicieron a través de Clara, lobby que formaron hace poco tiempo y que preside Diego Fargossi.

Según destacó ese directivo, otra de las cuestiones que espera una resolución es que las empresas tributan un IVA del 21 por ciento en sus costos, que les genera un crédito fiscal permanente frente al 10,5 por ciento que tributa su facturación. Las aerolíneas proponen que el Gobierno les permita cancelar dicho crédito tomándolo a cuenta del pago de otros impuestos.

El gerente de Sol Líneas Aéreas, Gustavo Cebreiro, consideró que “es insostenible la ecuación de tarifas reguladas y costos no regulados”, en alusión a los aumentos del combustible y los ajustes más moderados en el valor de los pasajes. Para corregir parcialmente la situación las empresas reclaman un aumento del 20 por ciento en los vuelos domésticos. “No pueden convivir ocho horas de uso de avión con tarifas que no superan los 300 dólares”, se quejó el ejecutivo. Finalmente, los empresarios también se quejaron de algunas restricciones que impone el Código Aeronáutico para las nuevas condiciones del negocio, como el uso del leasing.