Martes, 5 de junio de 2007 | Hoy
ECONOMíA › ADVERTENCIAS ACERCA DE LOS RIESGOS DEL SISTEMA FINANCIERO PARA MANTENER EL CRECIMIENTO
Redrado y Stiglitz coincidieron en que hay que prepararse para los tiempos duros por venir. El titular del Banco Central se refería a los costados vulnerables que reaparecerán cuando pase la bonanza. El Nobel, a los desequilibrios mundiales por un dólar en caída libre y un euro que no es solución.
El presidente del Banco Central, Martín Redrado, sostuvo ayer que es necesario pensar más allá de la fase de expansión que atraviesa la economía e instrumentar “políticas anticíclicas robustas” que permitan minimizar los riesgos cuando el contexto actual comience a revertirse. “Tenemos que reducir la volatilidad y vulnerabilidad macroeconómica que históricamente nos caracterizó y así poder alcanzar en el largo plazo, y sobre todo con sustentabilidad, crecimiento económico con inclusión social”, aseguró al dejar inauguradas las Jornadas Monetarias y Bancarias organizadas por el Banco Central. Por la tarde, el Premio Nobel Joseph Stiglitz dio alguna pista de lo que puede venir al afirmar que los desequilibrios existentes en el sistema financiero global llevarán a un “ajuste desordenado”. “El dólar seguirá depreciándose y el euro no es la solución. La reforma del sistema global de reservas es esencial si se van a encarar efectivamente los desequilibrios globales”, sostuvo.
Redrado sostuvo que la región sigue siendo muy sensible a las fluctuaciones en los precios de las materias primas y a los cambios súbitos en las condiciones financieras internacionales. “Lo que en los países desarrollados es una corrección, en los países de la región, con posibilidades de contagio mayores, puede ser una crisis”, afirmó. Además sostuvo que la paridad cambiaria de los países latinoamericanos tiende a sobrerreaccionar, pudiendo afectar esto al sector productivo y al sistema financiero. Al respecto, destacó: “Este proceso de ajuste hacia el equilibrio aún no fue testeado, lo que nos exige aplicar políticas sólidas e integrales que constituyan una protección integral frente a turbulencias externas”.
Para enfrentar este contexto recomendó fortalecer “pilares centrales de la economía” como la solvencia fiscal, la prudencia monetaria, agresivas políticas comerciales, reducción del endeudamiento externo neto y profundidad financiera, en particular en materia doméstica. En particular destacó la acumulación de reservas internacionales que viene llevando adelante el Banco Central. “Los actuales más de 40 mil millones son un máximo histórico que más que triplica el mínimo de principios de 2003”, afirmó.
Stiglitz expuso los principales lineamientos de su último libro, Making Globalization Work, donde propone la implementación de un sistema de reservas global para reducir los desequilibrios existentes en el escenario internacional. “Se requiere contar con un sistema global de reservas, a través de muchos acuerdos institucionales alternativos que permitan llegar a un sistema financiero global más estable y más equitativo”, afirmó. El Nobel de Economía 2001 aseguró que “el dólar ya no es un valor seguro” porque Estados Unidos atraviesa un período en el que debería estar ahorrando y no endeudándose”, y agregó que “lo penoso es que habrá un ajuste desordenado”.
“Algo funciona mal en un sistema financiero global que requiere que el país más rico del mundo gaste más allá de sus posibilidades para mantener la prosperidad global”, indicó. Luego agregó que no es un problema sólo de la primera potencia mundial, pues dijo que su déficit comercial es una “papa caliente”, que de ser solucionado “aparecerá en otro lado”. Pronosticó que “en la medida en que se acumulan los pagarés, la confianza en el dólar se erosiona”, y dijo que si ello ocurre los bancos centrales saldrán del dólar, que se debilitará reforzándose el problema.
El indio Raghuram Rajan, ex economista jefe del Fondo y actual profesor de la Universidad de Chicago, también sorprendió a los presentes con una exposición donde sostuvo que la llegada de capital externo incide negativamente en el crecimiento de los países emergentes. Para justificarlo, aseguró que el capital extranjero no es malo en sí mismo, pero los países no industrializados tienen una capacidad limitada para asignarlo correctamente debido a la baja calidad de su sistema financiero. En lugar de ir a financiar la inversión de sectores clave, como petroquímica, hierro y acero, termina financiando el consumo. Por lo tanto, cuando el flujo de capital extranjero aumenta, se produce una sobrevaluación de la moneda que afecta las exportaciones y el crecimiento en general. Su recomendación fue que los países emergentes consuman menos y ahorren más para financiar la inversión, porque así “es más probable que crezcan”. No obstante, aseguró que “es necesario mejorar la calidad del sistema financiero doméstico para poder absorber los flujos de manera efectiva”. Al final le preguntaron si cuando estaba en el Fondo pensaba lo mismo y respondió que la ponencia la había presentado por primera vez el año pasado, cuando todavía era economista del Fondo. “El FMI no tiene una posición religiosa. Hay mucho debate dentro del organismo.”
Las reservas del Banco Central sumaron ayer 111 millones de dólares y se ubicaron en 40.797 millones. La activa participación de la autoridad monetaria en el mercado cambiario se debe a que los exportadores están liquidando la cosecha gruesa. Durante la semana pasada, las cerealeras y la industria aceitera liquidaron operaciones por 534,4 millones de dólares, a razón de 107 millones diarios. En el mercado mayorista, el dólar cotizó a 3,073 pesos contra 3,074 del último viernes. En tanto, la paridad se mantiene inalterable en las casas de cambio, a 3,10 pesos para la venta. Respecto del mercado accionario, el índice MerVal reportó un retroceso después de cinco ruedas consecutivas de subas. La baja fue del 0,4 por ciento, con un volumen operado de 74 millones de pesos, en línea con el promedio de la última semana. En los mercados emergentes hubo una leve repercusión del fuerte derrape de la Bolsa de Shanghai, del 8,3 por ciento. De los 81 papeles negociados en el recinto hubo 32 alzas frente a 36 bajas y otras 13 firmas sin cambios. Por su parte, los títulos públicos registraron una nueva jornada sin grandes cambios, ya que los inversores estaban a la expectativa del índice de precios minoristas que el Indec difundirá esta tarde. En promedio registraron una suba del 0,2 por ciento.
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