La Organización Mundial del Comercio (OMC) aprobó ayer la decisión de que un árbitro evalúe el nivel de las sanciones comerciales que Argentina pretende que se aplique contra Estados Unidos por negarse a eliminar las trabas a la entrada en su territorio de tubos argentinos para la exploración petrolera. Con el propósito de proteger su propia industria, Washington impuso un derecho antidumping a esos productos argentinos, medida que ya fue descalificada por la entidad con sede en Ginebra. La determinación del organismo multilateral se basa en una solicitud del gobierno de Buenos Aires para que se impongan medidas de represalia comercial contra aquel país por 44 millones de dólares anuales, monto presuntamente equivalente a las pérdidas que la medida estadounidense le ha ocasionado a Techint, grupo que fabrica ese producto. Dos grupos de arbitraje y el órgano de apelación de la OMC consideraron ilegales los aranceles compensatorios que Washington aplica a diversos tipos de tubos sin costura fabricados en la Argentina y que son destinados a la industria del gas y del petróleo. A través de un acuerdo, ambas naciones previeron que podrían apelar a un arbitraje para determinar el valor de la sanción si las partes no llegaban a un acuerdo en este sentido, según recordaron fuentes de la organización. Estados Unidos objeta el nivel de la sanción que busca Argentina y que se concretaría mediante la aplicación de aranceles adicionales a los productos estadounidenses que importa. Un delegado de aquella nación ante la OMC aseguró ante el Organo de Solución de Disputas que es probable que su país próximamente derogue la medida compensatoria contra los tubos argentinos, lo que eliminaría la necesidad de aplicar la penalización que promueve Buenos Aires. Pero hasta el momento no hubo ningún indicio concreto de que la administración de George Bush finalmente honre la promesa.