El fin de semana y la vuelta del GNC a las estaciones de servicio le dieron una tregua al Gobierno después de una semana complicada en materia energética. La venta de combustibles empezó a normalizarse a las 10 de la mañana de ayer, aunque en algunas provincias volvieron a denunciar falta de nafta y gasoil. Las principales quejas volvieron a ser formuladas por representantes del sector agropecuario, que advirtieron por el impacto en el sector.

Alberto Fernández reiteró la postura oficial: “Más allá de todo lo que plantean los agoreros, estamos viviendo un pico de temperaturas muy bajas que determinó que el consumo de gas en los hogares se incrementara de un 30 a un 35 por ciento”, justificó. También resaltó la importancia del nuevo Programa de Energía Total (PET), que comenzó a operar ayer. El plan busca la sustitución del consumo de gas natural por combustibles líquidos por parte de los sectores productivos.

Por otra parte, el embajador argentino en Bolivia, Horacio Macedo, afirmó ayer que “hay tratativas” con ese país para “buscar un aumento en la cantidad de gas” que envía a la Argentina. El diplomático explicó que en este momento “hay un contrato (de provisión de gas) que prevé un mínimo de 4,8 millones de metros cúbicos y un máximo de 7,7 millones”. “Bolivia se ha mantenido dentro de los términos contractuales, lo que no ocurrió fue que enviara el máximo, y por ello buscamos que nos exporte todo lo posible”, afirmó.

Desde el sector agropecuario, la Federación Agraria manifestó su preocupación y reclamó medidas. “Existe un profundo malestar por el impacto de la crisis en el campo”, sentenció.