Como parte del plan de inversiones, Aerolíneas Argentinas buscará financiación para adquirir dos simuladores de vuelos, lo que le permitiría ahorrar en la capacitación de sus pilotos. Y, llegado el caso, obtener ingresos a partir del alquiler de los mismos. Otra inversión a concretar en el corto plazo sería la adquisición de un software para el sector de descarga, que hoy trabaja manualmente, y la inclusión de un postnet en los puntos de ventas. Actualmente, las ventas de pasajes que se realizan mediante tarjetas de crédito utilizan el viejo sistema mecánico que incluía el papel carbónico y un llamado telefónico del vendedor a la central de tarjetas de crédito.

La empresa también avanzará en un recorte de las horas extras. Según Ricardo Cirielli, implicaría una reducción de 300 millones de pesos anuales. Por otro lado, la instrucción que hasta ahora reciben los pilotos en Miami para los aviones 737/200 se discontinuará, ya que la compañía está reemplazando esas aeronaves por unas más actuales.

Finalizado el plan de transición, la compañía estará en mejor posición para planificar una estrategia de negocios a largo plazo que incluya la optimización de la flota renovada. También está en carpeta el estudio de un sistema que le permita a la empresa determinar cuáles son las frecuencias de vuelo óptimas y con quién conviene realizar alianzas. “Contrataremos una consultora de primer nivel internacional para que nos dé su objetiva opinión sobre el rumbo de la compañía”, expresó Recalde.