El director de la Anses, Diego Bossio, terminó ayer con las especulaciones sobre cómo sería el mecanismo de actualización de la Asignación Universal por Hijo. El funcionario precisó que en la reglamentación del decreto que creó el beneficio se dispuso que la AUH aumentará en el mismo porcentaje que las asignaciones familiares para hijos de empleados formales. De este modo, se garantiza a desocupados, trabajadores en negro, empleadas domésticas y monotributistas sociales que no serán relegados cuando haya subas de ese ítem de la seguridad social. A futuro, una de las demandas que hacen especialistas en la materia es la implementación de una ley que ajuste automáticamente todas las asignaciones familiares, con un índice de movilidad tal como el que creó el Gobierno para las jubilaciones.

La investigación de Agis, Cañete y Panigo (ver nota central) explica que la inversión del Estado en la AUH es la más alta en términos de PIB para programas de este tipo en América latina. El dinero volcado a este plan representa en la actualidad el 0,6 por ciento del Producto Bruto, contra el 0,4 del plan Bolsa Familia de Brasil, el 0,3 del Oportunidades de México y el 0,2 del Juntos de Perú. En Chile hay un beneficio mucho más focalizado que llegó a 125 mil hogares en 2009.

“La Asignación Universal por Hijo es lo contrario a la concepción del derrame de los ’90. En aquel caso se proponía que las ventajas del crecimiento económico generado por una cúpula cayeran sobre el resto de la sociedad. Ahora, el dinero aparece por abajo –con todos los reparos que tenemos por esa expresión– y derrama hacia arriba: aumentó la demanda para la industria alimenticia, textil, de juguetes, para el comercio y otras actividades”, describió Demián Panigo, del Conicet.

Bossio, por su parte, destacó que el Estado fue capaz de implementar el programa en poco tiempo con un nivel de eficiencia elevado. “Esta medida se suma a otras de carácter inclusivo que tienen por objetivo generar un modelo sustentable con justicia social. Por ejemplo, los nuevos jubilados por moratoria o las netbooks para todos los estudiantes secundarios de escuelas públicas que se repartirán hasta 2012”, mencionó.