Al cierre de esta edición, la Cámara de Diputados se disponía a votar el proyecto de ley que crea un nuevo régimen de Trabajo Agrario. El tratamiento de la iniciativa se realizaría luego de que los legisladores aborden el proyecto contra el lavado de dinero y la ley para limitar la extranjerización del suelo. La nueva norma incorporará al peón rural dentro de la Ley de Contrato de Trabajo y pone fin a una legislación instalada en 1980 durante la dictadura militar.

La Uatre, el sindicato del sector que conduce Gerónimo “Momo” Venegas, rechaza la ley. El punto más resistido por el gremio reside en que el proyecto elimina el Renatre, que es el registro de los peones rurales administrado por la Uatre, las entidades agropecuarias y el Ministerio de Trabajo. También se oponen la Federación Agraria y la Sociedad Rural. Además de la eliminación del Renatre, el nuevo estatuto del peón rural especifica una serie de derechos para los trabajadores rurales ignorados por la legislación que impusieron Videla, Martínez de Hoz y Harguindeguy. En el ámbito rural la precariedad laboral duplica la media nacional y supera el 60 por ciento de los trabajadores.

La legislación que los diputados se disponían a aprobar en una maratónica sesión establece la jornada de ocho horas de trabajo, termina con el concepto de jornada laboral de sol a sol, se fija la edad jubilatoria en los 57 años, con 25 años de aportes. Al mismo tiempo, se les reconoce a los peones derechos como las remuneraciones mínimas fijadas en paritaria, que no podrán ser inferiores al Salario Mínimo Vital y Móvil. Se estipula el reconocimiento de horas extra, el descanso semanal, condiciones adecuadas de higiene y seguridad.