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Por J. N.

Resulta curioso que la resolución ayer difundida ordene a las secretarías de Trabajo y de Seguridad Social hacer lo que se supone ya tendrían que estar haciendo, que es “comprobar y verificar ... el cumplimiento por parte de los empleadores de la obligación de declarar e ingresar los aportes y contribuciones sobre la nómina salarial...” ¿Significa esto que esos organismos no cumplían con su obligación? Si así fuera, bastaría que empezaran a hacerlo, pero el lanzamiento público de una resolución superflua quizá pretenda convertir ese simple acto en un hecho político.
En todo caso, el texto aprobado contiene, además de varios errores gramaticales, algunas disposiciones incomprensibles, y no por su complejidad técnica. Una de ellas ordena a las AFJP preguntarle a cada afiliado en cuya cuenta no estén ingresando aportes las razones de esa ausencia de acreditaciones. Lo razonable es que la Administradora advierta a sus asociados –como ya se dispuso en su momento– cuando no les efectúen aportes, pero es difícil que la víctima pueda explicar por qué.
La resolución añade que “en el caso de que el afiliado manifieste por escrito continuar en relación de dependencia, deberá remitirse esa información a la Superintendencia de AFJP..., especificando los datos identificatorios del afiliado...”. Es evidente que el trabajador temerá exponerse a represalias de la empresa, y, en todo caso, la resolución no aclara cómo será el procedimiento si el asociado no responde, ya que no está obligado a hacerlo. Puede suponerse que su silencio interrumpirá la acción, aunque la redacción es tan confusa que da lugar a cualquier otra hipótesis.