ECONOMíA › “ARGENTINA DEBERIA HABERSE DOLARIZADO EN 1999”
Ecuador nos quiere de mellizo
El ministro de Economía y Finanzas del Ecuador, Carlos Emanuel, afirmó que “la Argentina debería haber dolarizado y lo debió haber hecho ya en enero de 1999, cuando el ex presidente Carlos Menem lo propuso”. Durante una exposición en la Asamblea Anual del BID, en Fortaleza, Emanuel dijo que “las protestas y los cacerolazos de los argentinos no son en defensa del peso precisamente, sino por añoranza del dólar”.
La defensa de la dolarización por parte del ministro ecuatoriano quedó como una voz solitaria en el encuentro regional, durante el cual hasta el propio presidente del BID, Enrique Iglesias, reiteró su oposición a la aplicación de este tipo de políticas en la región. De acuerdo con Emanuel, “el problema en Argentina fue que no se respetaron los presupuestos de la convertibilidad, de la paridad fija entre el peso y el dólar: por ejemplo, no hubo disciplina fiscal”, agregó. “La crisis en la Argentina no tuvo una causa financiera, sino monetaria: la desconfianza de los argentinos en la convertibilidad comienza cuando el ex ministro Domingo Cavallo comienza a alterar las reglas de juego, a mediados del 2001”, dijo.
“Las restricciones a los depósitos bancarios, el corralito como le dicen en Argentina, no fue por desconfianza a los bancos, que son casi todas sucursales de sólidas casas extranjeras, sino por desconfianza en el peso. Tenían que haber ido al dólar”, completó.
Ecuador dolarizó su economía en el 2000, “frente a una crisis inédita, y se mantiene por los resultados obtenidos”, dijo el ministro. A pesar de la soledad en sus planteos, el ministro ecuatoriano señaló que no le preocupa la falta de apoyo a la dolarización como receta para países en crisis. “Tampoco había mucho apoyo en Ecuador en el 2000; tampoco hubo apoyo del FMI para el programa de convertibilidad que Argentina adoptó en 1991; eso no importa, no es función del BID o del FMI aprobar o rechazar decisiones de cada país. Lo que importa es cómo las cosas funcionan”, señaló.
Emanuel agregó que, “obviamente, la dolarización no es una varita mágica; es una camisa de fuerza en lo monetario y exige un gran esfuerzo para no gastar más de lo que se puede, hacer todas las privatizaciones, reformar el Estado, desregular, abrir el comercio”. El domingo, el titular del BID, Enrique Iglesias, reiteró su oposición a la dolarización de las economías de la región. El ambiente en la reunión del BID es contrario a esa receta desde la asamblea en París en marzo de 1999.