Una cámara de carniceros y un consorcio de frigoríficos reclamaron ayer “tiempo” para que la rebaja de los precios verificada en el Mercado de Hacienda de Liniers llegue al consumidor final, mientras una asociación de consumidores atribuyó las alzas a los frigoríficos y a los supermercados. El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams, afirmó que “hay que darle un poquito de tiempo al mercado porque quizá se está descomprimiendo”, y afirmó que “ayer la carne de calidad intermedia vino con 10 centavos de baja”. A la vez, Agricultura continuó su avance sobre frigoríficos, al clausurar otras dos plantas clandestinas, una ubica en Las Heras y otra en La Matanza.

“Cuando aumenta el precio del novillo en Liniers, si es de corto plazo, no se traslada a las ventas; si la baja se sostiene, es trasladada por los frigoríficos al mercado interno”, explicó Héctor Salamanco, director ejecutivo de ABC Consorcio Exportador, que nuclea al 85 por ciento de los frigoríficos exportadores del país.

Ayer, la Secretaría de Agricultura difundió un comunicado en el que sostuvo que el alza de los precios de la carne no se debe a la merma de la oferta de animales chicos en Liniers sino a “factores externos”, con los que aludió a la responsabilidad de carnicerías, supermercados y frigoríficos. Con ese enfoque coincidió parcialmente el presidente de la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores, Pedro Bussetti, quien asignó la responsabilidad por las subas a los frigoríficos y a los supermercados, y eximió de ella a las carnicerías.

Bussetti explicó que el 16 de noviembre el precio del novillo en Liniers era de 2,507 pesos, mientras el promedio de diez cortes relevados por Deuco en las cadenas de supermercados Wal-Mart, Carrefour, Disco y Coto era de 8,17 pesos, y el 11 de enero esos valores eran respectivamente de 2,268 y 8,28 pesos. “Los supermercados se quedaron con 10,2 por ciento de la diferencia que tendría que haber sido trasladada a los consumidores”, se quejó. Bussetti dijo que las carnicerías recibieron de los frigoríficos intermediarios la carne sin bajas, razón por la cual no trasladaron esos cambios a los mostradores.

Williams desafió a la Secretaría de Agricultura a que si tiene datos sobre qué eslabones de la cadena de comercialización no trasladan las rebajas de precios, “actúe” sobre ellos. “El mercado está muy bien abastecido; nunca entró tanta hacienda en Liniers”, admitió el carnicero, aunque indicó que si bien bajaron los precios de los novillos pesados, no sucedió lo mismo con el consumo chico, “que sigue caro”. Williams señaló que “el carnicero quiere recuperar ventas, que bajaron entre 15 y 20 por ciento”.