ECONOMíA
Los malos presagios
Los bancos de inversión que reclamaron el ajuste fiscal permanente y todas las medidas ortodoxas que se aplicaron durante la última década están entregando sus primeras evaluaciones del nuevo escenario. El JP Morgan, que mide el riesgo país, elaboró un informe en el que advierte que el dólar cotizaría a 2,70 pesos hacia fin de año. “Por la cotización de las acciones argentinas en el exterior, la flotación rondaría en este momento 1,65 peso. Y hacia fin de año nuestro pronóstico es que estará en 2,70”, afirma. En otro párrafo, sostiene que pasar a la flotación “con una depreciación superior a 1,40 peso por dólar probablemente disparará las expectativas inflacionarias”. Otro informe conocido ayer es el del ING Barings. Afirma que los bancos perderán entre 1000 y 1500 millones de dólares por la devaluación y que, ante esa situación, los españoles Santander Central Hispano –titular del Río– y Bilbao Vizcaya Argentaria –dueño del BBVA Francés– podrían levantar sus operaciones en el país. “Si la situación se deteriora más” y desde España no aportan capital a sus filiales en Argentina “es una posibilidad que se retiren”, indica el informe. El ING calculó que para liquidar sus negocios en el país, al Santander le harían falta 163 millones de dólares –adicionales a las previsiones ya realizadas y al Bilbao Vizcaya unos 276 millones extra.