Las cuentas públicas arrojaron en noviembre un superávit primario de 1640 millones de pesos, un 4,4 por ciento superior a igual mes de 2005, y acumula en el año un resultado positivo de 22.878,8 millones. El superávit primario de los primeros once meses resultó 20,7 por ciento mayor al estimado en el Presupuesto para ese período y 16,7 superior al proyectado para todo el año. Esa abultada diferencia entre las proyecciones oficiales y los resultados obtenidos es criticada por la oposición, que asegura que el Gobierno busca administrar recursos sin discutir su asignación con el Congreso. Felisa Miceli aseguró ayer que a pesar de esta buena performance de las cuentas, “no está en estudio” ninguna reducción de alícuotas de impuestos ni incrementos salariales o de asistencia social, porque “tenemos una estrategia razonable y racional de no anticipar incrementos del gasto al comienzo”. En cuanto a los tributos, la ministra argumentó que la carga impositiva en la Argentina “sigue siendo sumamente baja” en relación con otras naciones, al tiempo que defendió el uso que el Poder Ejecutivo hace del superávit. Miceli destacó el incremento del gasto de capital en un 66,7 por ciento, destinado a obras públicas nacionales y provinciales.