Con su habitual derroche de optimismo –y después de haber corregido varias veces hacia la baja sus pronósticos–, el Fondo Monetario Internacional continúa previendo que Estados Unidos evitará una recesión.

“Continuamos viendo un período de crecimiento inferior al potencial como el escenario más probable para Estados Unidos”, sentenció ayer el vocero del organismo, Massood Ahmed, en una conferencia de prensa.

El Fondo postergó para la semana próxima la difusión de algunos trabajos periódicos que incluyen proyecciones sobre la evolución de la economía mundial, entre ellos su Previsión Económica Mundial semestral, conocida como “WEO”, según sus siglas en inglés.

“En las últimas tres semanas, más o menos, ha habido una serie de desarrollos tanto en los mercados como en lo relacionado con las decisiones políticas, que queremos asegurarnos sean incluidas en nuestras cifras”, dijo Ahmed. El Fondo debería corregir a la baja sus pronósticos sobre el crecimiento de la economía mundial para 2008, que ya en octubre había descendido del 5,2 al 4,8 por ciento que el propio Fondo tenía previsto en julio.

A la luz de estos yerros, sus buenos augurios sobre la evolución de la economía norteamericana quedan relativizados. Ahmed aseguró ayer que el FMI mantiene su posición de que la economía estadounidense no se contraerá a corto plazo, y reiteró que el Fondo apoya la decisión de la Reserva Federal adoptada el martes, de reducir la tasa en tres cuartos de punto porcentual, a 3,5%, calificándola de ``apropiada y beneficiosa’’. Con este vaticinio, el FMI toma distancia de varios economistas que, a partir de la crisis desatada por las hipotecas de alto riesgo, sostienen que los EE.UU. se encaminan indefectiblemente hacia una recesión difícil de evitar con el último paquete fiscal anunciado por la administración de George Bush.