Desde Sucre

Tras seis horas de informe ante el Congreso, a Evo Morales le quedó energía como para mover las fichas en su gabinete y renovar cuatro ministerios. Con poco por informar sobre el avance del Plan de Desarrollo Productivo, el presidente boliviano decidió cambiar al titular de la cartera Planificación del Desarrollo, Gabriel Loza, y sustituirlo por la economista Gabriela Toro Ibáñez. También sacó a José Kim, de Obras Públicas; a Nila Heredia, de Salud, y a Celinda Sosa, de Producción y Microempresa.

De los cuatro cambios realizados, el clave es el de Planificación del Desarrollo, que está pensado como la cabeza del gabinete económico de Morales. Esta cartera quedó muy debilitada cuando Andrés Soliz Rada renunció al ministerio de Hidrocarburos. Sin gente de confianza y calificada para reemplazarlo, Morales definió mover a Carlos Villegas a dicha cartera, perdiendo así a su estratega y creador del Plan Nacional de Desarrollo, pero asegurando cierta transparencia en el área símbolo de su gestión.

En lo que respecta a Producción y Microempresa, Sosa había creado ciertos anticuerpos con los movimientos sociales y en dos años no pudo echar a andar la instalación de empresas mixtas. Para ello el gobierno ha invitado a Angel Hurtado, un sociólogo militante indigenista que ha sabido hacer empresa y ahora deberá conjugar ambas experiencias para tratar de industrializar el campo con el suficiente tino como para no poner celoso a ningún movimiento social.

Donde se cambia de línea es en la cartera de Obras Pública. Hasta el momento, Morales había apuntado a perfiles técnicos en esta área, invitando a Salvador Ric, Jerjes Mercado y José Kim para encargarse del ministerio más grande que tiene, pero ahora decidió dar un giro de 180 grados al nombrar a Oscar Coca, ex concejal de Cochabamba y asesor de los productores de hoja de coca.

Para mantener el equilibrio regional, también invitó a un cruceño para formar parte de su gabinete, el médico Walter Selum, que se hará cargo de la cartera de Salud y tendrá como principal reto actualizar los niveles de cobertura de salud de Bolivia para que Morales pueda a acceder a 50 millones de dólares de la Cuenta del Milenio. Además, Selum deberá convencer a las regiones opositoras de aceptar la propuesta del Gobierno para crear un Seguro Universal de Salud.

Morales también ratificó al núcleo de su gabinete, conformado por los titulares de Presidencia, Juan Ramón Quintana; Relaciones Internacionales, David Choquehuanca; Gobierno, Alfredo Rada; Hidrocarburos, Carlos Villegas, y Hacienda, Luis Arce.

Más allá de un simple acto de posesión, el presidente aprovechó la ceremonia para lanzarle un reto a todos sus ministros: mejorar el crecimiento económico del país. Bolivia necesita con urgencia crecer a ritmo de dos dígitos para salir de la extrema pobreza, ya que a los ritmos actuales le tomaría dos décadas llegar a los niveles que actualmente tiene Paraguay.

Para conseguirlo, lo primero que Morales necesita es pacificar el país. Desde el 7 de enero, el Presidente y los gobernadores de oposición intentan poner las bases para un trabajo coordinado, limando sus diferencias sobre el texto constitucional y la distribución de la renta petrolera. Si la pasada semana Morales aceptó revisar que todo lo que está en la nueva Constitución aprobada por su partido el 9 de diciembre pasado, esta semana accedió a revisar el recorte de la renta petrolera a las gobernaciones para pagar la Renta Dignidad (bono para adultos mayores). La propuesta fue lanzada por el ministro de Hacienda, Luis Arce, que explicó que el descuento a las gobernaciones se podría reducir a la mitad. Además, el Gobierno ya aceptó que el pago del primer mes de la renta, que comenzará a hacerse efectiva desde febrero, saldrá de las arcas del Tesoro General de la Nación.

Con estos gestos se espera que el ánimo para negociar y llegar a un acuerdo sea el mejor. El martes 29 se sabrá.