Ecuador desafió a Colombia. El gobierno de Quito llamó al país vecino a probar en 48 horas la nueva denuncia que hizo contra el presidente ecuatoriano Rafael Correa. Colombia acusó ayer al mandatario de haber impedido que los militares actuaran contra las FARC en suelo ecuatoriano, al remover a la cúpula militar la semana pasada. “Si en 48 horas el gobierno del presidente Alvaro Uribe no demuestra la afirmación que acaba de hacer, nuevamente quedará como un régimen mentiroso”, señaló en una declaración el nuevo alto mando y ministro de Defensa Javier Ponce, luego de desmentir las acusaciones de Bogotá.

En medio de una crisis diplomática entre ambos países, que llevó a Correa a renovar su cúpula castrense por una supuesta infiltración de la CIA en los servicios secretos, el gobierno colombiano volvió a atacar la política de seguridad del país contiguo. Y una vez más, Ecuador no se echó atrás. “Jamás el Comando Conjunto ni las fuerzas armadas han recibido una disposición de no realizar operaciones contra las FARC ni tampoco desautorizar operaciones que están siendo planificadas”, aseguró el general Fabián Varela, jefe de la cúpula militar.

Según Ponce, el “audaz” pronunciamiento” de Bogotá busca sembrar desconfianza entre el Ejecutivo y las fuerzas armadas ecuatorianas. “Denunciamos que estos pronunciamientos ocurren en momentos en que el gobierno de Ecuador está proponiendo a los gobiernos de la región el crear una organización de Estados latinoamericanos”, señaló.

Unas horas antes, Colombia acusó a Correa de connivencia con las FARC. “El gobierno colombiano supo que las Fuerzas Armadas de Ecuador fueron desautorizadas por el presidente Rafael Correa cuando adelantaban operaciones en contra de las FARC en territorio ecuatoriano”, indicó la declaración oficial colombiana, sin precisar fechas. La denuncia de Bogotá no es nueva. Un mes atrás el gobierno de Uribe hizo una acusación similar luego de bombardear el primero de marzo un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano. Allí el ejército de Colombia mató a más de 25 guerrilleros, entre ellos al número dos de la guerrilla, Raúl reyes.

“El gobierno de Ecuador fue informado muchas veces de la presencia de las FARC en su territorio y se contradice al asegurar que no sabía (de las actividades de Reyes)”, añadió Colombia. En la discusión sobre la ofensiva colombiana en Ecuador, Correa había manifestado que a pesar de solicitar detalles, Bogotá nunca ofreció las coordenadas de los rebeldes establecidos en Ecuador. Pero Colombia dice que Quito se contradice porque al mismo tiempo reconoce que mantuvo contactos con las FARC para un canje de secuestrados por insurgentes presos.

“El gobierno colombiano rechaza las declaraciones contradictorias (de Correa), que expresó algunos mensajes constructivos y otros desorientadores que causan desconcierto”, agregó la nota de 14 puntos.

Asimismo, Bogotá destacó que esas aseveraciones demuestran falta de seriedad ante el compromiso asumido de contribuir sin declaraciones negativas a mejorar las relaciones, rotas desde el 3 de marzo.