Ence comenzará las tareas para la construcción de su planta con trabajadores argentinos. La pastera confirmó que un consorcio formado por una empresa de Buenos Aires y otra de Rosario ganó la licitación para las tareas de remoción de tierras en el predio de Colonia donde se instalará la papelera. La noticia fue recibida con malestar en el Uruguay, ya que el principal argumento en defensa de las pasteras es el empleo que generan para su construcción. El intendente de Colonia, Walter Zimmer, le pidió a Ence que el resto de la mano de obra sea conformada con uruguayos. La empresa contrató a su yerno, que es médico, como responsable sanitario de la planta.

Ence se construirá en Punta Pereyra, a siete kilómetros de Conchillas, departamento de Colonia. En el predio ya fue talado el monte y ahora deben nivelar el terreno y prepararlo para comenzar la construcción. Ahí es donde apareció el consorcio argentino. Los voceros de Ence aseguraron que fue seleccionado en una licitación realizada “con amplias garantías de transparencia”, en la que compitieron con uruguayos y brasileros.

El consorcio está formado por Milicic S.A. y Concret Nor S.A. Empleará a 220 operarios y en parte serán argentinos. Las empresas dijeron que es porque llevarán sus propias máquinas y se trata del personal que las maneja. Ante las críticas que generó la noticia, Ence salió a aclarar que garantizará que por lo menos la mitad de los puestos de trabajo que se necesiten en esta etapa de la obra sean para los uruguayos. La pastera dio a entender que el problema es que en el Uruguay falta personal capacitado: “Si hay mano de obra cualificada disponible en el país, este porcentaje podría incrementarse”, señaló en un comunicado de prensa. Además ratificó “el compromiso de maximizar” la contratación local.

Las principales críticas fueron formuladas por el Sindicato de la Construcción (Sunca), que recordó que la empresa se había comprometido a dar prioridad a la mano de obra nacional. Iván Hafliger, el encargado de prensa del Sunca, aseguró que su gremio está investigando de qué manera “las empresas extranjeras ganan las licitaciones”.

Zimmer, el intendente de Colonia, férreo defensor de las pasteras como modelo para la generación de empleo, tuvo que salir a hablar del tema. Argumentó que, según los directivos de Ence, los argentinos hicieron una oferta “con una diferencia de casi el 50 por ciento. Sus costos eran mucho más bajos y frente a eso, nosotros no podemos meternos. Si se trata de obras públicas sería distinto, pero este es un tema entre privados. Lo que sí le solicité a la gente de Ence es que llamen a uruguayos para ocupar la mano de obra no calificada”.

El intendente también está siendo cuestionado porque su yerno, Juan Pablo Pratt, fue nombrado con un cargo dentro de la pastera. A Pratt lo contrataron como responsable del área de salud ocupacional en la obra. En ese rol, deberá encargarse del manejo de los permisos sanitarios para que los argentinos puedan trabajar para Ence. Pratt es médico y tiene un posgrado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

En diálogo con Página/12, Zi-mmer sostuvo que su yerno volvió de los Estados Unidos a su país hace poco. “Estaba buscando trabajo, se presentó en varios lados y lo llamaron por sus antecedentes.” Para el intendente, “no hay ningún impedimento legal ni ético” para que trabaje para la pastera: “Tenía todo el derecho del mundo a presentarse, como cualquier otra persona”.

Ence fue relocalizada a Colonia a raíz de las protestas argentinas. Su construcción llevará unos dos años; la empresa invertirá 1250 millones de dólares en la planta, mucho más grande que la que había proyectado inicialmente en Fray Bentos. En el predio de 500 hectáreas ubicado sobre el Río de la Plata habrá también un puerto con un muelle de 700 metros y una zona franca. La pastera tiene previsto producir un millón de toneladas de celulosa al año.

En abril realizó la primera audiencia pública con los habitantes de Conchillas. A la reunión fueron muchos de los vecinos que se oponen al modelo pastero. Hablaron 22 personas y sólo dos defendieron la postura de la empresa. El semanario local El Eco, que cubrió la audiencia, reseñó que los aplausos se los llevó un asistente que preguntó “por qué tiene tanto respaldo la generación de 300 puestos de trabajo en la pastera cuando una empresa láctea bien formada da empleo a 200 personas”.