Los camioneros chilenos le ganaron la pulseada a la presidenta Michelle Bachelet. El viernes los transportistas de la Confederación Centro Sur depusieron el paro de esta semana. Según aseguraron sus líderes ayer, la medida de fuerza fue todo un éxito. Lograron que la mandataria aumentara del 25 al 80 por ciento el reintegro del impuesto al gasoil para todos los camioneros, sin hacer distinciones. El gobierno estaba dispuesto a subirlo al 50 por ciento, sin embargo, el fantasma del desabastecimiento pudo más en las negociaciones. Mientras en las rutas cientos de personas festejaban, en el Palacio de la Moneda no terminaban de pasar el mal trago. El más duro fue el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien advirtió que el acuerdo con los camioneros le costará 52 millones de dólares al presupuesto nacional. “Además, es una situación transitoria por un año,” destacó el funcionario. Bachelet justificó su decisión por el aumento global del precio de los combustibles. Ayer los últimos camiones dejaban la ruta número 5, al norte de Santiago.