El presidente venezolano, Hugo Chávez, volvió a disparar contra la IV Flota Naval estadounidense, que desde el 1° de julio patrulla las aguas latinoamericanas. “Le auguro un oscuro destino a la IV Flota porque se va a estrellar contra la nueva época, contra los pueblos, contra la nueva historia”, dijo desde Ecuador. Horas antes compartió una encuentro con sus pares ecuatoriano, Rafael Correa, y nicaragüense, Daniel Ortega, quien manifestó su intención de impulsar una institución regional de defensa territorial.

“Yo les recomiendo más bien que recojan sus peroles y se devuelvan”, advirtió Chávez en El Aromo, tras el acto de constitución de una empresa petroquímica binacional. Las críticas del venezolano a la presencia de la marina estadounidense en la región vienen desde la reciente cumbre del Mercosur. En esa ocasión, junto con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le había pedido formalmente explicaciones a Washington por la reactivación de la flota, lo que ambos consideraron una amenaza para Latinoamérica.

Horas antes del acto en El Aromo, Correa, Chávez y Ortega se reunieron a puertas cerradas en la base de la Fuerza Aérea de Manta. Según había adelantado el nicaragüense el lunes, durante el encuentro los mandatarios analizarían sus relaciones con Colombia, aunque al salir de la reunión evitaron hablar del tema.

Tras el ataque del 1° de marzo contra el campamento de las FARC en suelo ecuatoriano, los tres rompieron o congelaron relaciones diplomáticas con el gobierno de Alvaro Uribe. Pero sólo Correa mantiene todavía suspendido el diálogo bilateral de manera indefinida. El último sábado, el mandatario volvió a asegurar que mantendrá rotos los lazos diplomáticos con Colombia mientras “no haya un gobierno decente con el cual tratar”. En cambio, el mandatario venezolano prefirió dar una vuelta de página y el viernes último recibió a su par colombiano para calmar las aguas. Ayer abogó por una reconciliación entre Quito y Bogotá. “Estoy seguro de que el presidente Correa estará dispuesto a restablecer en su momento las relaciones directas con Colombia”, dijo antes del encuentro.

Por su parte, Ortega mantiene escaramuzas verbales con Uribe, con llamados de atención diplomáticos, que reactivan periódicamente la tensión entre los dos países. Además, paralelamente libran un pleito internacional por límites marítimos.

Al finalizar el encuentro tripartito, el presidente venezolano apeló a la unidad regional. “En este mundo de imperialismo, de neocolonialismo, de amenazas, de hegemonía imperialista y capitalista, hagamos la unidad para construir nuestras patrias. Y como lo hemos dicho, con el socialismo del siglo XXI, que es el camino a la liberación en lo económico, cultural, político y tecnológico”, afirmó. “Sólo tengamos conciencia de que unidos, sólo unidos, tendremos patria”, agregó.

No fue el único que apeló a la integración latinoamericana. “Centroamérica y Sudamérica tenemos que encontrarnos, tenemos que unirnos. No es posible que Sudamérica vea sólo hacia el Sur, mientras Centroamérica ha sido atraída hacia el Norte”, sostuvo Ortega. El presidente de Nicaragua consideró necesario, en el corto plazo, constituir un organismo para la defensa de la soberanía regional. “Tenemos la urgencia de establecer una Organización de Estados Latinoamericanos y Caribeños con nuestra propia identidad, con capacidad para defender nuestra soberanía, de dialogar con la potencia del Norte y las potencias europeas de tú a tú”, sostuvo.

El líder sandinista también se refirió a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), de la cual dijo que es una puerta grande para todos los países latinoamericanos y caribeños, como también lo es la Unidad de las Fuerzas de Defensa de América Latina y el Caribe.