El presidente colombiano, Alvaro Uribe, advirtió a sus opositores que no les será fácil llevarlo ante la Corte Penal Internacional (CPI). “Les va a dar mucha lidia, porque aquí hemos procedido con toda la honradez, con el más riguroso ceñimiento a la Constitución colombiana”, sostuvo. De esa forma, Uribe le respondió a la Corte Suprema de Justicia, que el lunes había comunicado que lo denunciaría ante la CPI por obstrucción a la Justicia.

“¿Qué, van a acusar al presidente de la República por obstrucción de la Justicia ante la Corte Penal Internacional? Hay quienes tienen muchas ganas de que me metan preso o que me destituyan en la Corte Penal Internacional”, dijo Uribe durante una reunión con varios ministros, según publicó el sitio web de la Presidencia.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Ricaurte, había denunciado el lunes que un sector del gobierno, en alianza con paramilitares, tramaba un complot contra el tribunal que dirige. El magistrado señaló que la intención era desacreditar a los miembros de la Corte por investigaciones que realizan a políticos cercanos al presidente. Y anunció que llevaría el caso ante el fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, aprovechando que el jurista se encuentra de visita en Colombia.

En la reunión con sus asesores, Uribe afirmó que detrás del asunto de la acusación ante la CPI están los miembros del opositor Partido Liberal. “Ya me amenazan con la Corte Penal Internacional los que no han sido capaces de explicar por qué en su momento se unieron con ‘Los Pepes’, que eran unos criminales, para atacar a otros criminales”, dijo. La referencia remite a principios de los ’90, cuando un grupo de narcotraficantes habría dado informaciones al gobierno de entonces para combatir al narcotraficante Pablo Escobar, abatido en 1993. El grupo se denominaba “Perseguidos por Pablo Escobar” (“Los Pepes”).

El ex presidente César Gaviria, ahora líder del Partido Liberal, rechazó las declaraciones de Uribe. Tras afirmar que los supuestos nexos de Los Pepes con las autoridades de la época nunca han sido comprobados y exhortó al jefe de Estado a colaborar con la Justicia para evitar una investigación de la CPI.

La denuncia contra Uribe se produce en el marco del enfrentamiento que el gobierno y la Corte sostienen desde hace meses por el fenómeno de la “parapolítica”. El máximo tribunal de Justicia lleva involucrados a más de 60 legisladores por probables nexos con paramilitares, 30 de los cuales están presos. La mayoría pertenece a la coalición gubernamental.

En medio de la controversia, el fiscal Moreno Ocampo advirtió que la CPI deberá intervenir en caso de que la Justicia colombiana no actúe contra los responsables de crímenes masivos, como paramilitares, políticos involucrados con ellos y grupos guerrilleros.