EL MUNDO › CINCO DIPUTADOS OFICIALISTAS DESAFORADOS EN CHILE
Cuando la sangre llega al Lagos
El panorama para el presidente chileno Ricardo Lagos no es muy alentador por estos días. En medio de la peor crisis entre los partidos de la oficialista Concertación por la Democracia, se anticipa para hoy una masiva protesta organizada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y gremios de la salud. “Este es el inicio de las movilizaciones después de un largo período de paz social”, advirtió el líder de la CUT, Arturo Martínez, al convocar a los sindicatos para que se concentren al mediodía en el centro de Santiago. Además, un juez de Rancagua ordenó el desafuero de cinco diputados oficialistas, afectados en un escándalo de corrupción.
La protesta sindical surge con la polémica que se desató hace 10 días, cuando trascendió que los ministros reciben mensualmente un “sobresueldo” que no figura como parte de su remuneración oficial. La existencia de esa irregularidad aumentó las tensiones internas de la Concertación, ya afectada por el escándalo de corrupción que estalló hace un mes, cuando un empresario afirmó haber sobornado al presidente del Partido Radical, Patricio Tombolini, y al vicepresidente del Partido por la Democracia (PPD), diputado Víctor Manuel Rebolledo.
Otros cinco diputados oficialistas se vieron envueltos en el escándalo, después de que el juez Carlos Aránguiz, a cargo del proceso, pidió su desafuero a la Corte de Apelaciones de Rancagua, 80 kilómetros al sur de Santiago. La Corte decidió ayer el desafuero de Rebolledo y los diputados Cristián Pareto y Jaime Jiménez, de la Democracia Cristiana; Eduardo Lagos, del Partido Radical, y Juan Pablo Letelier, uno de los emblemas del Partido Socialista de Lagos. Los cinco legisladores, privados de su inmunidad para ser sometidos a juicio, anunciaron que apelarán ante la Corte Suprema.
La CUT acordó la movilización de hoy por el “exiguo” aumento de 3 por ciento que el gobierno y el Parlamento aprobaron para los sueldos de los funcionarios públicos a partir de enero próximo. En paralelo, pararán por 24 horas los médicos y otros funcionarios de los servicios públicos de salud.