Jueves, 11 de agosto de 2011 | Hoy
EL MUNDO › EL ESTALLIDO SUMó TRES MUERTOS Y UNA NUEVA DINáMICA DE LUCHA ENTRE SAQUEADORES Y OTROS VECINOS
Mientras el primer ministro británico, David Cameron, señalaba que estaban recuperando las calles inglesas, luego de cuatro noches consecutivas de violencia con un masivo despliegue policial, la tensión y alerta eran palpables.
Por Marcelo Justo
Desde Londres
En un intento por retomar la iniciativa, el primer ministro británico, David Cameron, señaló que estaban recuperando las calles inglesas luego de cuatro noches consecutivas de violencia. La muerte de tres hombres atropellados intencionalmente en Birmingham, cuando salían a enfrentar los desmanes, agregó un elemento nuevo y explosivo a una crisis impredecible: la posibilidad de un enfrentamiento entre los saqueadores y civiles convertidos en improvisados vigilantes.
La presencia de 16 mil policías, el posible uso de carros hidrantes y balas de goma, y una presencia política del oficialismo y la oposición en los barrios afectados son las armas desplegadas para poner fin a los disturbios. La tensión y el alerta eran palpables anoche en los barrios afectados de Londres, Liverpool, Manchester, Nottingham, Salford, Birmingham y Bristol. Muchos negocios cerraban temprano y las calles estaban más vacías que de costumbre. Solo en Birmingham se vio una pequeña multitud que salía a las calles a mostrar su solidaridad por la muerte de tres hombres, Abdul Musavir de 31 años, Shahzad de 30 y Haroon Jahan de 21 años atropellados por un coche aparentemente de saqueadores. El padre de Jahan hizo un llamamiento a que todos conservaran la calma. “Asiáticos, negros, blancos, todos vivimos en la misma comunidad. ¿Tenemos que matarnos entre nosotros? ¿Por qué estamos haciendo esto? Yo perdí a mi hijo. Que dé un paso adelante el que quiera perder el suyo”, dijo Tariq Jahan.
El primer ministro, que ofreció su condolencia a las tres familias, señaló por la mañana que no sólo se había visto lo “peor” de la sociedad. “También hemos visto lo mejor. Hemos visto un millón de firmas en Facebook apoyando a la familia. Hemos visto a las comunidades saliendo a limpiar sus barrios de todos los destrozos”, dijo Cameron, quien advirtió que los responsables tendrían que atenerse a la consecuencias de sus actos. “Espero que la Justicia actúe con toda la celeridad y severidad que merece la actual situación”, dijo el primer ministro. Los juzgados de Londres y Manchester tomaron el inusual camino de trabajar hasta bien entrada la noche para ir avanzando con el juicio y la sentencia de los acusados. En Manchester, donde se produjeron más de 100 arrestos por los incidentes del martes a la noche, dos detenidos fueron condenados 24 horas más tarde a 10 y 16 semanas de cárcel.
Este endurecimiento judicial-policial parece haber dado resultado en Londres, donde ha habido un lento restablecimiento de la calma. En un intento por transmitir determinación y firmeza, la policía anunció que mantendrá este despliegue policial el “tiempo que sea necesario”. Una de las nuevas tácticas usadas por la policía consistía en el uso intimidatorio de vehículos blindados, como el que se utilizó en el barrio de Hackney, en el este de Londres. Ayer el análisis de los circuitos cerrados de televisión permitió la publicación de nuevas imágenes de participantes en los disturbios. La policía calcula que hay unos dos mil sospechosos que pueden ser identificados usando estas cámaras que permiten captar rostros a unos 75 metros de distancia mediante el uso de potentes zooms. En total los arrestos superan las mil personas y las sorpresas continúan al revelarse la identidad de algunos detenidos. El estereotipo –pobre, desempleado, negro afrocaribeño– suele hacer agua por un vértice o por todos. Ayer uno de los que pasaron por el tribunal era un maestro negro considerado modelo en su comunidad. Otros eran adolescentes acusados de robar un buzo o un par de zapatillas.
Los disturbios se han convertido en una prueba de fuego para el gobierno de David Cameron que ya venía golpeado por el escándalo de las escuchas telefónicas y la crisis económica. La violencia ha mostrado grietas en el mismo Partido Conservador. El alcalde de Londres Boris Johnson criticó ayer los recortes de la policía de alrededor de un 20 por ciento y pidió que el gobierno revierta esta situación. En la miniconferencia de prensa en la mañana posterior a su breve declaración, Cameron contestó exasperado que todos los alcaldes quieren más dinero, pero que por el momento la misma policía le había dicho que no era necesario. El laborismo, que ha criticado los recortes, volvió a condenarlos. Hoy la Cámara de los Comunes debatirá de emergencia el tema con diputados que tuvieron que dejar apresuradamente sus lonas y reposeras veraniegas para lidiar con los peores disturbios que se recuerden en muchísimo tiempo.
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