Imagen capturada del diario digital Gara, en el que se publica el comunicado de ETA anunciando el fin de la lucha armada.
Imagen: EFE.

El grupo vasco separatista ETA anunció ayer el cese definitivo de la lucha armada tras cuatro décadas, llamando a los gobiernos de España y Francia a iniciar un proceso de diálogo. El comunicado fue despachado en vasco, castellano, francés e inglés y difundido por el diario online Gara. “ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada”, reza el comunicado.

El primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero, celebró el histórico anuncio. “Constituye una victoria para la democracia, la ley y la razón”, exclamó. “La nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no sin memoria”, dijo, haciendo alusión a las 821 víctimas que se cobró el conflicto autonomista. El primer ministro no se olvidó de los vascos. “Estoy seguro de que a partir de ahora ellos disfrutarán de una sociedad que no dependerá del miedo o la intimidación, una sociedad verdaderamente libre y en paz.”

El comunicado de los etarras ya había sido anticipado luego de una conferencia para la paz en San Sebastián el lunes, en donde negociadores internacionales hicieron un llamamiento a la ETA a abandonar las armas. Se trata de la última jugada en un proceso que podría significar el fin de la lucha armada en el continente. El grupo separatista anunció un cese de fuego permanente en septiembre de 2010, pero el gobierno español lo deslegitimó al no ser acompañado por un desarme.

A la conferencia en el País Vasco asistieron el ex secretario de la ONU Kofi Annan, estadistas internacionales y actores principales del proceso de paz de Irlanda del Norte. Allí se le pidió a ETA que deponga sus armas y al gobierno de España a que abra las negociaciones.

Gerry Adams, presidente del partido irlandés Sinn Fein, le dio la bienvenida al anuncio de ayer e instó a España y Francia a que acepte el pedido de la ETA y que comiencen las charlas. Adams dijo que las partes involucradas tenían que enfocarse en la reconciliación, las víctimas, y a curar las heridas personales y sociales causadas por la violencia. También pidió que Madrid tome medidas tendientes a consolidar la confianza.

Sin embargo, el socialismo de España fue cauto acerca de abrir las negociaciones, ya que el último cese de fuego permanente terminó abruptamente con una bomba en el aeropuerto de Madrid en diciembre de 2006, matando a dos personas e hiriendo a cientos. Los antecedentes de ETA tampoco lo favorecen, ya que el grupo abandonó treguas anteriores, utilizándolas como instancias para la reorganización y el rearme.

El grupo separatista, que pide una nación independiente que comprenda partes del sudoeste francés y el noreste español, se vio debilitado en los últimos años por sucesivos golpes de los servicios de inteligencia y seguridad. La cooperación entre las autoridades de Francia y España resultó en una serie de arrestos que minaron el liderazgo y la organización etarra, reduciendo la capacidad armamentística del grupo.

El último ataque de ETA en suelo español fue en agosto de 2009, y ya a principios de octubre el grupo había anunciado que desistiría de exigir el impuesto revolucionario a los negocios vascos. Cientos de prisioneros etarras pidieron públicamente el fin del conflicto armado.

Disconformes con el estilo moderado del PNV, estudiantes nacionalistas de Bilbao fundaron el 31 de julio de 1959 el Euskadi Ta Askatasuna (Hogar y Libertad). En los ocho años subsiguientes, la ETA atentó contra la propiedad del Estado, colgó banderas vascas prohibidas y adoptó una ideología marxista-leninista. Sin embargo, no hay cifras de muertos de ese período.

El primer ataque reconocido oficialmente ocurrió el 7 de junio de 1968, cuando un miembro de la ETA mató a un policía paramilitar de 25 años, José Pardines, en la ciudad vasca de Villabona. Cinco años después, ETA –cuyo símbolo es una serpiente enroscada en un hacha– llevó a cabo el asesinato más espectacular de su historia. El 20 de diciembre de 1973, sus militantes colocaron una bomba en una alcantarilla en la ruta que tomaba el almirante Luis Carrero Blanco, sindicado por aquel entonces como el sucesor de Franco. La explosión hizo que el auto volara por los aires en el momento en que Carrero Blanco se dirigía a Madrid.

Algunos de los años más violentos de ETA vinieron cinco años después de la muerte de Franco en 1975, con el advenimiento de la democracia. El grupo asesinó a cerca de cien personas sólo en 1980. En 1995, ETA planeó dos ataques frustrados contra el conservador José María Aznar en Madrid, meses antes de que asumiera como primer ministro, y contra el rey Juan Carlos en Palma de Mallorca.

El 12 de julio de 1997, la ETA secuestró al canciller del conservador Partido Popular, Miguel Angel Blanco, y lo mató 48 horas después, desatando protestas anti ETA sin precedentes en toda la nación.

La presión interna empujó a la ETA a su final anunciado. Las ambiciones políticas del grupo se vieron frustradas cuando su brazo político Batasuna fue declarado ilegal en 2003, 25 años después de su fundación, por sus contactos con ETA. La nueva alianza de los separatistas vascos, Bildu, causó estupor al vencer el gobernante Partido Socialista en las elecciones municipales en mayo de este año. El movimiento separatista vasco intentará obtener mayores resultados en las elecciones generales del 20 de noviembre, en donde se espera que el conservador Partido Popular vuelva al poder.